MARTESAYERHOYLOS DETALLESAPLAZADOS
Penalti cruel
Un penalti cruel, en una acción inocente del meta Víctor Vidal, cuando finalizaba la primera parte de la prórroga, acabó con la trayectoria del Lleida en la Copa del Rey. Por segunda temporada consecutiva, el equipo queda apeado en la primera ronda. Pero si el año pasado fue eliminado por el Espanyolo, entonces en Primera división, este año lo ha sido por otra equipo de Segunda B. El Marbella, otro aspirante al ascenso, pero que no acaba de marchar bien en su grupo, se impuso por 1-0 gracias al gol de Añón, en el minuto 104, al transformar el penalti cometido por Víctor que, no obstante, firmó un gran partido con varias intervenciones de mérito, demostrando que, con él, la portería tiene el futuro solucionado durante unos cuantos años.
El debut en la Copa no encontró al Lleida en un buen momento. Con las urgencias de la Liga, donde ha encadenado tres jornadas sin ganar, en las que ha sumado un punto de 9 posibles, y con un partido vital que le espera el domingo –una “final”– admitió Molo tras el encuentro, el desplazamiento a Marbella entre semana, se temía como un choque en el que había más cosas a perder que a ganar. Pero todo es relativo. Si bien el equipo quedó eliminado, la forma en que lo hizo abre una gran ventana al optimismo. Molo se atrevió a dar minutos a muchos jugadores jóvenes, con un once con muy pocos titulares habituales y, si bien perdió, de penalti y en la prórroga, el técnico pudo comprobar que tiene un gran fondo de armario. Destacaron jugadores como Yasser, además de Nico, Pladevall o Toni Vicente.
Y es que el Lleida cayó eliminado, sí, pero lo hizo en la prórroga y luchando de nuevo hasta el último segundo. Acabó con diez jugadores por la expulsión de César Soriano, por dos amarillas y reclamó un penalti, bastante claro, en el último minuto de la prórroga, que el árbitro no quiso ver.
Jugando por primera vez esta temporada con público en las gradas –ver desglose–, el Lleida empezó a sufrir desde el primer minuto de partido. El Marbella salió lanzado y no tardó en verle la cara a Víctor Vidal. Pero el Lleida se defendió bien y con orden y solo sufrió en exceso por las subidas de Planas y Busquets, que hicieron que Pladevall lo pasara mal.
El Marbella tenía mucha llegada, pero tampoco firmó demasiadas ocasiones claras y, las que tuvo, se encargó de desbaratarlas Víctor. Al descanso se llegó 0-0 y había pasado lo peor.
Sí, porque los cambios de Molo en la segunda parte ayudaron a que el equipo se fuera hacia la portería rival. Y empezaron a llegar las ocasiones, como un remate de Cano a pase de Álvaro en el minuto 69, o un buen remate de Raúl en el 71 que detuvo el meta local, Santomé. El Marbella también se acercaba al área, pero ni con tanta frecuencia ni con tanta claridad como en la primera parte. Pladevall pudo evitar la prórroga, pero su remate, en el minuto 87, salió ligeramente alto, por encima del larguero.
El partido se fue a la prórroga donde los problemas se cumularon para el Lleida. Primero con la expulsión de César Soriano, por doble amarilla (57’ y 107’) y, aunque las fuerzas no tardaron en equilibrarse con la roja directa a Blanco (111’), cuando acababa la primera parte de la prórroga Víctor derribó a Callejón en una acción evitable. El capitán, Añón, no falló y puso el 1-0 en el marcador.
En la segunda parte de la prórroga el Lleida lo intentó pero no tuvo suerte ni acierto. Araujo remató alto en el minuto 112, Raúl también la tuvo en el 114 al apovechar un mal rechace del meta local y Cano dispuso de la última (120’). Aunque antes, Álvaro reclamó un claro penalti que el árbitro no concedió.
Molo se mostró muy satisfecho de la actuación de su equipo, a pesar de la eliminación por un penalti que admitió que fue “claro”. “Posiblemente, en el año y medio que llevo aquí, este es el partido del que salgo más orgulloso de mis jugadores”, explicó. “Un equipo que ha salido al campo con una media de 22 años, con un 70% de gente que no juega habitualmente... y hacer este partido ante un Marbella que ha salido con todo, me hace estar feliz y orgulloso”, reiteró.
De la aportación de futbolistas que no son titulares habituales dijo que “me han demostrado que pueden participar mucho más. El equipo ha defendido bien y la pena es el penalti, que se podía evitar. Pero de verdad que estoy muy orgulloso del equipo” y no dudó en destacar a varios futbolistas como Nico, Liu, Pladevall, Yasser, Toni Vicente o el meta Víctor Vidal, del que dijo que “se tiene que quedar con el buen partido que ha hecho, no con la acción del penalti. Los jóvenes se tienen que equivocar”.
Sobre el penalti reconoció que “me han dicho que sí, que no ve venir al contrario, pero también ha habido uno muy claro sobre Álvaro en la penúltima acción que el árbitro no ha pitado”. Rechazó las críticas sobre que la plantilla no es lo suficientemente amplia y añadió que, precisamente por la aportación de gente poco habitual, “este partido nos va a ayudar mucho más de lo que nos puede restar”.
Reconoció que el partido no había llegado en buen momento porque “hay mucha gente en la enfermería, es un viaje muy largo con dos noches fuera y tenemos otra final el domingo, por lo que ahora de lo que se trata es de poder recuperarnos lo mejor posible”.
Cuatrocientos espectadores vieron el partido Las diferentes restricciones que se aplican en cada comunidad hicieron posible que ayer, en el Antonio Lorenzo Cuevas de Marbella, hubiera unos 400 espectadores viendo el partido. Era la primera vez que el Lleida jugaba esta temporada con público en las gradas, algo que a Molo le pareció “maravilloso, hasta cuando te decían cosas. El público es la esencia de este deporte”, añadió el entrenador, que deseó que la afición vuelva al Camp d’Esports “lo antes posible”.