El Barça cierra su 'annus horribilis' sin pasar del empate frente al Eibar en un partido que empezó perdiendo por un error de Araújo

El FC Barcelona despidió ayer el año, seguramente el peor de la última década, con un nuevo disgusto tras no poder pasar del empate (1-1) frente al Eibar, en un encuentro donde echó mucho de menos a Messi y en el que le faltó fluidez ofensiva para evitar que su rivales puntuasen por primera vez en su historia en el Camp Nou. El annus horribilis azulgrana tuvo un final amargo y podría dejar al equipo que dirige Ronald Koeman a 10 puntos del liderato si ganan hoy Atlético y Madrid, una distancia muy preocupante y más después de un encuentro en el que no dio ninguna continuidad a las buenas sensaciones ofrecidas en Valladolid (0-3).

Solo la entrada al terreno de juego en el tiempo de descanso de Dembélé conllevó una mejoría necesaria para haber podido sacar los tres puntos de un choque que se complicó debido a un error de Araújo, que permitió a los de José Luis Mendilibar ponerse por delante. Incluso un penalti en los compases iniciales le podría haber hecho vivir un encuentro mucho más tranquilo al Barça, pero Braithwaite falló una gran ocasión.

Braithwaite tiró fuera un penalti y después el VAR le invalidó un gol por un fuera de juego milimétrico

El técnico, que volvió a apostar por los tres centrales, dio entrada a Dembélé en el descanso

Le costó mucho al Barcelona conectarse al partido, ante un rival como siempre muy atrevido y que le buscó arriba sin miramientos. Los armeros incluso se sintieron más ‘cómodos’ debido a la ausencia de Leo Messi. Con Koeman apostando de nuevo por un once con tres centrales, la ausencia del argentino no fue compensada y perjudicó un tanto a un voluntarioso Pedri, que no encontró un nuevo socio, ya que Griezmann se mostró otra vez muy errático. Sin embargo, el panorama podría haberse aclarado para los azulgranas durante los primeros instantes de partido si el danés Braithwaite hubiera acertado con el penalti sobre Araújo que el árbitro Alberola Rojas decretó a instancias del VAR. El delantero tomó la responsabilidad que suele recaer sobre Messi, pero envió su lanzamiento fuera, a la derecha de la portería de Dmitrovic.

A partir de ahí, el Barça no terminó de encontrarse cómodo dentro el partido y tampoco agobió en exceso a la defensa visitante ni tampoco a Dmitrovic. El Eibar no fue tampoco una gran amenaza para Ter Stegen, salvo con un lanzamiento cruzado de Kike García o a balón parado. El VAR acudió de nuevo al auxilio de un rival del Barça anulando el 1-0 de Braithwaite antes de la media hora por un fuera de juego milimétrico que echó a perder una buena jugada colectiva entre Pedri y Junior. Kike tuvo la primera para los de Mendilibar, pero remató muy forzado y desviado tras revolverse dentro del área. Los de Koeman achicaban agua por alto e intentaban hacerse con el control, pero combinaban con lentitud entre líneas y no encontraban la lucidez suficiente para salir con el balón jugado.Un centro envenenado de Dest y un falta de Kadzior obligaron a Dmitrovic y Ter Stegen a aparecer antes de que Griezmann rematara desviado con la zurda, desde la frontal, poco antes de que el duelo llegara al descanso.

Koeman reaccionó en el vestuario y cambió el esquema a una defensa de cuatro, con la entrada de Dembélé por Dest. El extremo francés agitó algo la ofensiva local, que empezó a acercarse más atemorizante a las inmediaciones de Dmitrovic. De hecho, Dembéé tuvo la mejor para el equipo azulgrana después de recibir un buen balón de Pedri. Sin embargo, la ocasión del delantero francés fue el preludio del 0-1 para el Eibar. Dmitrovic tapó bien a Dembélé y un error de Araújo en la salida de balón le dio al Eibar ventaja en el marcador del Camp Nou. Kike García le robó el balón al central y batió con calma a Ter Stegen.

Koeman trató de recomponer a los suyos con cambios más ofensivos, con la entrada de Coutinho y Trincao por Pjanic y un desacertado Griezmann para buscar un empate que no tardó en llegar. La intervención de los dos jugadores que entraban en el partido fue clave en una rápida combinación con un incisivo Junior, que terminó con un pase del lateral que atravesó todo el área para encontrar a un Dembélé que no perdonó para evitar que aparecieran más nervios (1-1). Sin embargo, el empate no tuvo el efecto deseado en el Barça, cuyo dominio sobre el césped no se tradujo en un aluvión de ocasiones sobre la portería de un Eibar que, pese a que su rival estaba lanzado a por el triunfo, no pudo evitar ir dando pasos atrás. Coutinho, que acabó lesionado, y Trincao, después de una buena acción individual, tuvieron las mejores para impedir otro revés en un año de azulgrana para olvidar.