Demasiado rival

El ICG Força Lleida perdió por un claro 67-87 su último encuentro del año, un duelo desigual ante un intratable Alicante, que ayer demostró en el Barris Nord que está en un nivel superior de baloncesto. El equipo de Aranzana apenas fue capaz de aguantar el ritmo de los visitantes y nunca estuvo en disposición de discutir el triunfo a un rival que apunta muy alto.

Chapela y Polanco formaron parte del quinteto inicial, en una apuesta por una rápida circulación de balón. Pero los alicantinos pronto dieron muestra de la que sería su mejor arma durante todo el encuentro, el tiro exterior. Un parcial de salida de 2-11 con tres triples de Ortega y un Llompart al que sigue dando gusto ver en acción. El conjunto leridano apenas pudo dar réplica al arranque visitante, aunque Buchanan volvió a ser el mejor estilete. Aranzana, que durante la previa avisó de que no podían permitir canastas fáciles, tuvo que parar el partido demasiado pronto, cuando apenas habían pasado 5 minutos y el marcador era de 7-18 después de un nuevo triple de Galán. El técnico dio entrada a Vecvagars y Sans, un claro reflejo de que el plan inicial no había salido bien.

Como ya es habitual, el equipo se encontró con una amplia desventaja de 11 puntos en el primer cuarto

Fue entonces cuando el Força Lleida jugó sus mejores minutos. Parcial de 9-0 culminado por Polanco y tiempo muerto de un Pedro Rivero que veía el partido con cierta tranquilidad. Le bastó un toque de atención con el 16-18 para que sus jugadores reaccionar y volvieran a pisar el acelerador. Cinco puntos seguidos de Urtasun y Pitts y ventaja de 7 al final del primer cuarto.

Parecía que los leridanos eran capaces de discutir la victoria en el inicio del segundo acto, que abrió una nueva canasta de Buchanan. Pero fue un espejismo. El Alicante seguía jugando a su ritmo habitual, casi a placer, y no tardó en superar de nuevo la barrera de los 10 puntos, momento en el que Aranzana volvió a solicitar un tiempo muerto (22-33). Los problemas se le iban acumulando al Força Lleida con la tercera falta personal de Buchanan y hubo que regresar al small ball, sin un center puro en pista. Lo que en otras ocasiones dio frutos inesperados, ayer no funcionó, aunque Bulic y Marcus Vinicius estuvieron correctos. El ritmo exterior del Alicante era de escándalo, con un triple detrás de otro. Después del séptimo, con el sello de Huertas, la ventaja ascendió hasta los 14 puntos (29-43). Marcus Vinicius respondió con el tercero para los de negro y Chapela pudo ajustar ligeramente el marcador antes de alcanzar el descanso (34-45).

En el segundo tiempo el guión no se movió un ápice. Juego interior del Força Lleida, con malas decisiones, y castigo constante del rival desde la línea de 6,75 metros. Triples de Urtasun y Llompart que hicieron subir el margen hasta los 15 puntos (40-55). Buchanan lideró una pequeña reacción que obligó a Rivero a detener el encuentro después de un parcial de 7-0. No hubo problema. Nuevo arreón visitante con un Llompart estelar y cierre del tercer cuarto con un triple de Edu Martínez para el 48-64. El partido quedaba visto para sentencia a falta de los últimos diez minutos, ya que la sensación era que el Força Lleida no está capacitado para plantar cara, ahora mismo, a un rival como el Alicante.

Sin ganas de sorpresas, los visitantes volvieron a pisar ligeramente el acelerador y se fueron hasta más allá de los 20 puntos de diferencia (50-71) antes de una antideportiva de Vecvagars, otra vez muy discreto para lo que se esperaba de él. La máxima renta para el Alicante fue de 24 puntos, después de una canasta de Bilbao, que durante todo el encuentro tuvo sus más y sus menos con Marcus Vinicius y Bulic (52-76). Fue en ese momento, a falta de 5 minutos para el final, cuando Rivero declaró el partido ganado y dio entrada al canterano Arcos. Aranzana hizo que saltara a la pista Blount, que también se había encarado con Bilbao. El Força Lleida, con un rival mucho más relajado, pudo ir reduciendo diferencias y después de dos triples de Sans y Marcus Vinicius se puso a ‘solo’ 14 puntos (65-79). La respuesta, el decimocuarto triple del Alicante, obra de Edu Martínez. Sans se encargó de cerrar el encuentro con una bandeja para el 67-87. Veinte puntos de desventaja para despedir un atípico 2020 en el Barris Nord, aún sin el público que seguro le hubiera dado otro color al partido y hubiera presionado a unos árbitros que barrieron para el ‘grande’.