Enseñar a pilotar educando

“Cuando se habla de las ventajas del deporte, a menudo centramos la mirada únicamente en los beneficios sobre nuestro cuerpo. Pero lo cierto es que la actividad deportiva es tan favorable para el físico como para la mente trabajando aspectos como la inteligencia emocional”. Así lo cree el expiloto leridano Dani Hernández, actualmente entrenador nacional, preparador físico y coach deportivo, que cuenta con sus propios centros de formación de motocross denominados Guaja Motor Camp en las localidades de Cellers y Linyola. La escuela va dirigida tanto a adultos como a los más pequeños, pero sobre todo a estos últimos. Hernández cuenta con un máximo de quince niños de entre 5 y 14 años, de los que un 20% son chicas. Además, desde 2017 su escuela presta sus servicios como actividad extraescolar tras acuerdos con centros educativos de Balaguer, Tremp y Linyola, para niños y niñas de entre 5 y 10 años.

Junto a los de los cursos son cerca de un centenar los jóvenes aspirantes a campeones que dan sus primeros pasos bajo su tutelaje. “Me centro en trabajar la formación integral del piloto, aplicando un completo análisis de su técnica de pilotaje en las diferentes adversidades de la pista aplicando las principales habilidades y correcciones del motocross. Pero, además, aplico un método de enseñanza para mejorar las competencias personales del niño como la perseverancia, el conocimiento de uno mismo, la autoestima, la creatividad, el control emocional a la hora de calcular riesgos y afrontar problemas, así como la capacidad de aprender de los propios errores y asumir riesgos. También se imparte un coaching para mejorar la comunicación entre padre e hijo”, explica este coach deportivo y entrenador personal de 35 años.

Hace cursos para pilotos de entre 5 y 14 años, y actividades extraescolares en tres poblaciones

En cuanto a enseñanza de pilotaje a adultos, Hernández tiene previsto comenzar este mes un curso de iniciación. “Son pilotos que ni siquiera compiten. La moto es su hobby”, concluye.