Decepción en Vila-sana

El Vila-sana se complicó la vida tras perder ayer por 0-2 ante el Sant Cugat, un rival directo, por lo que todo apunta a que las del Pla d’Urgell, tras esta decepcionante derrota, tendrán que jugar la segunda fase de la competición en el grupo que intentará eludir el descenso, en lugar de hacerlo entre las que lucharán por el título. Europa, por tanto, deberá esperar.

En el Municipal de Vila-sana se enfrentaba el cuarto clasificado, el equipo local, contra el quinto. Un triunfo de las leridanas les ponía con un pie en la fase por el título. En cambio, tras la derrota, son ahora quintas y, aunque el Sant Cugat solo tiene un punto más en la clasificación, le faltan dos encuentros por jugar, mientras que las de Capdevila cerrarán esta fase la próxima semana en Igualada. Acabar cuartas pasa por ganar el próximo partido y que el Sant Cugat no gane ninguno de los dos que tiene pendientes.

Aunque las leridanas dispusieron de varias ocaciones claras de gol, la falta de acierto las condenó a la derrota. Fallaron un penalti y tres faltas directas, un lastre insoportable en un partido tan decisivo.

El Sant Cugat se puso por delante en el minuto 11, gracias a un tanto de Laia Paredes. El segundo gol ya llegó en la segunda parte, cuando Aida Antón marcó el 0-2 en el minuto 36. Había tiempo para la reacción, pero este equipo parece estar lejos de sus mejores días y acabó perdiendo un partido clave. La única ventaja, en el caso de que acabe jugando la fase por no bajar, es que tendrá un buen cojín de puntos, ya que valen los resultados contra sus rivales de este grupo que también lucharán por la permanencia.

Al final del partido, el técnico, Jordi Capdevila lamentó la falta de acierto. “No hemos sido efectivos y lo hemos pagado muy caro”, admitió. “Ellas han tenido cuatro ocasiones claras y han transformado dos y nosotras hemos tenido muchísimas más, incluidas tres faltas directas y un penalti, y no hemos acertado en ninguna. Nos toca hacer reflexión . Hacemos cosas bien, pero no hay premio”.