Isidre Esteve: «Mi prioridad no es estar en un equipo oficial»
El piloto de Oliana da por bueno el vigésimo octavo puesto logrado en su sexta participación en coches y reconoce que este año “ha aumentado mucho el nivel”
Antes de iniciar el Dakar dijo que con el nuevo coche podía luchar por entrar en el Top 10. A final ha acabado el 28, ¿satisfecho con el resultado?
El resultado no es el que queríamos, pero es el que hemos conseguido. Teníamos referencias del Dakar del año pasado o del Rally de Andalucía y creíamos que estar en el Top 10 era factible, pero que sería un resultado extraordinario. Y cuando llegamos allí vimos que había unos diez pilotos, chinos y sudafricanos que no habían estado en el Dakar y que eran más rápidos que nosotros, con unos coches que se adaptaban mejor a la pista. Es verdad que uno se queda con el resultado, el 28, pero rompimos el diferencial de delante el penúltimo día y perdimos ocho posiciones. Lo que hay que hacer es mirar los parciales de carrera, a cuánto tiempo estás del primero, y si los coges y los llevas al Dakar del 2020 veríamos que estamos entre los 15 primeros. ¿Qué ha pasado este año?, pues que ha subido el nivel y también algo que no había ocurrido nunca, que un piloto de delante, llámase Carlos Sainz, Nani Roma o De Villiers, el día que fallaban no hacían el 12, sino el 28 o el 35. Esto es porque entre los 30 primeros todo está muy apretado. Estamos contentos con la carrera que hemos hecho, porque hemos sido más competitivos que nunca, lo que pasa es que ha habido más pilotos rápidos que nunca.
Es año ha tenido un coche competitivo, ¿cuál es el próximo paso?
Tenemos un proyecto de tres años y eso nos permite aprender e ir cogiendo confianza con el coche. Lo que nos falta es más ritmo de carrera. Pudimos correr el Rally de Andalucía, que dura cuatro días, y después ya fuimos al Dakar, y hemos visto que había zonas en las que íbamos muy rápido y otras no tanto. Perdíamos mucho tiempo en las zonas de piedra porque los 4x4 tenemos un problema a solucionar que son los pinchazos, era muy fácil pinchar, por eso tenías que saber muy bien a qué ritmo podías ir para no pinchar en las piedras. Este en un tema que solucionaremos el año que viene y el otro, que es el ritmo de carrera, también, porque la idea es hacer la Baja Aragón, el Rally de Marruecos y alguna prueba del Campeonato de España antes del Dakar, y todo ello nos ayudará.
¿Ha disfrutado más que en otras ediciones?
He disfrutado muchísimo. Este año salíamos cada día a competir, sin preocuparnos de otras cosas. Durante la primera semana Txema (Villalobos, su copiloto) no se bajó ni una sola vez del coche. Cuando acababas la jornada venían los ingenieros y te ayudaban a mejorar lo que no había ido tan bien, es otra forma de trabajar. Este es el camino.
Ha vivido lo más cercano a un equipo oficial siendo un piloto privado.
Ahora sabemos que cuando llegamos al final del día tenemos un equipo humano, que es Overdrive, que estará por nosotros. Estamos aún muy lejos del techo, podemos mejorar mucho más, y esto te ayuda a sentirte más fuerte. Cada día salíamos solo a competir, y lo único que me preocupaba eran los pinchazos, porque sé que si nos pasa a nosotros perdemos el doble de tiempo que el resto. La mayoría tarda minuto y medio en arreglarlo, nosotros tres minutos mínimo, porque yo no bajo del coche y Txema lo tiene que hacer todo. No puedo permitirme tres pinchazos al día, porque tal como estaba este año la clasificación, en diez minutos había 15 plazas de la general.
Algunos pilotos, como Carlos Sainz, se han quejado del recorrido, que el Dakar había perdido su esencia. ¿Está de acuerdo?
Las declaraciones de Sainz son seguramente al bajar del coche en caliente, enfadado porque ha perdido 30 minutos. Es una reacción que se entiende, pero creo que la organización ha acertado con los cambios. La navegación tiene que volver a tener la importancia que tenía. Cualquier otra opinión la respeto, pero no la comparto. No se trata solo de ir muy rápido.
Ha participado en la prueba por África, Sudamérica y Asia, ¿con cuál se queda?
África era lo más bonito porque era la esencia, pero Arabia Saudí se parece muchísimo. Creo que el Dakar está ahora en el lugar donde mejor puede estar. De África se salió por problemas de seguridad, de Sudamérica creo que por el tema económico y ahora estamos en un país que lo ofrece todo, y lo mejor que tiene es que se puede expandir a otros países, y creo que en los próximos años iremos a Dubai y a los Emiratos Árabes.
¿Qué sacaría y qué añadiría al recorrido de este año?
Creo que ha habido un exceso de zonas de piedra. La organización ha querido hacer un Dakar más lento y para ello ha introducido más zonas de piedra y esto ha hecho que el riesgo a pinchazos haya sido muy elevado.
¿Le veremos algún día al volante de un coche oficial?
Las mecánicas en los coches son muy iguales para todos. Ahora mismo, con el Toyota Hilux Overdrive ya disponemos de un coche muy parecido al de Nasser Al Attiyah. No tengo la ambición ni la prioridad ahora mismo de estar en un equipo oficial, de lo que tengo ganas es de continuar como estoy ahora. No estoy mucho peor de lo que están ellos, ni tampoco creo que estaría mucho mejor. Lo que me ha permitido Toyota Overdrive es hacer un equipo a mi medida.
La Covid lo ha marcado todo. ¿Les ha afectado?
Ha condicionado todo el programa deportivo del año, ya que solo pudimos correr el Rally de Andalucía, pero eso ha sido un problema generalizado. Donde había preocupación era en los test previos, porque un positivo no te dejaba viajar o no podías entrar en la ‘burbuja’ del Dakar. Una vez comenzó la carrera, no hemos tenido ninguna sensación de estar viviendo una situación extraordinaria.