LOS DETALLES
El Llista paga su desacierto
El Lleida Llista sufrió ayer una derrota inapelable ante el Noia (1-4), en un duelo muy intenso en el que pagaron muy caro su falta de acierto. Los leridanos, que acusaron la falta de ritmo de competición, lucharon por llevarse algún punto pero, a medida que pasaban los minutos, cayeron en la desesperación al sospechar que su reencuentro con la victoria no iba a ser en este partido. El equipo mantiene una posición de privilegio, cuarto en la clasificación de la OK Liga –cuarto–, pero solo ha sumado un punto de los últimos nueve posibles, en unas semanas totalmente atípicas, jugando dos encuentros en martes, estando los fines de semana libres al encontrarse aplazada la competición europea.
El Llista sabía que delante iba a tener a un rival intenso, que presiona muy arriba y que aprovecha con maestría cualquier error. Y el Noia no defraudó en este sentido. Planteó un partido con mucho ritmo, exigiendo mucho a los leridanos, a los que la suerte también les fue esquiva. Se encontraron con el marcador en contra a los 12 minutos, lo que les hizo jugar siempre a remolque; fallaron un penalti y una falta directa y, para colmo de adversidades, el arbitraje fue otro obstáculo. Dos posibles penaltis en el área visitante que no vieron y dos tarjetas azules para Bruno di Benedetto, lo que le dejó fuera cuando todavía había tiempo para volver a meterse en el partido.
La bola corrió rápidamente de portería a portería desde el inicio del partido. El Noia presionaba con intensidad, dificultando los movimientos de los leridanos, que parecían estar siempre unas décimas más lentos que sus oponentes. Era importante aguantar firme en defensa y ponerse por delante en el marcador. Bruno Di Benedetto tuvo la primera gran oportunidad para marcar, pero no acertó por muy poco en una buena acción ofensiva de los leridanos en el minuto 9 de partido.
En el 12 llegó una acción que resultaría decisiva. En una jugada de ataque del Llista Jepi Selva reclama un penalti que el árbitro, que estaba delante mismo de la jugada, no señala. El Noia se va rápido hacia la portería leridana y Pol Monrubia marca el 0-1.
Pese a la adversidad, el Llista seguía intentándolo y creando ocasiones. Pero hay que marcarlas y ayer no estuvieron nada precisos en ataque. Precipitación y, en ocasiones, exceso de indivualismo, le llevaban a fallar una y otra vez. En el minuto 17 ni Oriol Vives primero, ni Jepi Selva, en la jugada siguiente, aciertan a superar al meta Xus Fernández. Jepi reclamó un segundo penalti que los árbitros tampoco concedieron y, a 54 segundos para el descanso, el Noia cometió su décima falta. Pero tampoco así llegó el gol y Andreu Tomàs lanzó alto.
En la segunda parte seguía el mismo guión. Un Llista llegando, pero desacertados ante puerta. Oriol Vives tuvo otra en el minuto 26, en la que no pudo controlar la bola, mientras el Noia también tenía ocasiones.
En el minuto 33 llegó la segunda acción clave. Bruno ve una tarjeta azul muy rigurosa y Pol Manrubia trasforma el correspondiente lanzamiento en el 0-2. Aquí el Llista se apagó unos segundos, lo que aprovechó el propio Manrubia para firmar un hat trick y poner el 0-3 (34’).
En el minuto siguiente, penalti a favor del Llista que no acertó a transformar Oriol Vives, mientas que en el 39, Adrià Ballart sí marcó en un penalti contra el Lleida que significaba el 0-4. En el minuto 40 Bruno Di Benedetto y Roc Pujadas se enzarzaron en una discusión que los árbitros zanjaron con una doble azul que, al ser la segunda para el leridado, le dejó fuera del partido. El 1-4 de Jepi Selva (43’) de falta directa, ya fue una anécdota. El Llista hacía ya un rato que había firmado la capitulación.