Una gira perfecta

Triunfo de quilates del ICG Força Lleida en la pista del Granada (80-83), con el que los de Gustavo Aranzana cerraron ayer de la mejor manera su gira de dos partidos a domicilio en 4 días. Tras vencer el sábado en la cancha del Murcia, los leridanos sumaron su segunda victoria seguida lejos del Barris Nord –no ocurría desde 2017– y presentaron su candidatura a disputar la fase de ascenso a la Liga ACB.

Desde el inicio del encuentro, los locales marcaron el ritmo, con ataques rápidos y un nivel ofensivo muy alto, algo que no convenía al Força Lleida, que pronto se quedó sin Buchanan por su segunda falta. Fall campó a sus anchas y el senegalés situó el 18-12 después de un parcial de 6-0. Los de Aranzana aguantaron el guión planteado por los andaluces, pero Carrera también tuvo que irse al banquillo con dos personales. Polanco y Chapela cogieron más responsabilidad y gracias a ambos, los locales no se escaparon al final del primer cuarto (22-21).

El letón firmó su mejor encuentro y con 24 puntos, 10 en el tercer cuarto, fue clave para un gran triunfo

Siguió aguantando el equipo de negro el ritmo endiablado de Bamba Fall, pero cuando Murphy y Bropleh se entonaron, el técnico leridano tuvo que parar el partido con su primer tiempo muerto a falta de 6:27 para el descanso (30-24). La capacidad de rebote era nula y el Granada lo aprovechó para castigar una y otra vez. Los problemas se fueron multiplicando con la segunda personal de Vecvagars y un rival desatado desde todas las posiciones de ataque. Un triple de Manu Rodríguez situó la máxima diferencia de 12 puntos para el conjunto nazarí (41-29), aunque Feliu pudo suavizarla con otro acierto exterior. Sans aún tuvo la oportunidad de que el Força Lleida se fuera al descanso con mejores sensaciones, pero su intento de tres sobre la bocina no entró (41-32). Uno de los problemas estaba claro, los locales estaban dominando en la pintura (21-10 en rebotes).

El arranque del tercer cuarto tampoco hacía prever una mejoría, con un mate de Fall y la tercera falta de Buchanan, otra vez camino del banquillo. Pero los ajustes defensivos y una mayor presión en el juego interior permitió al equipo meterse de nuevo en el encuentro (44-43). Lluís Costa sacó su talento a relucir y el Granada no permitió sorpresas. Tiempo de Aranzana a falta de 3:30 para el final del tercer cuarto y 48-43 en el luminoso del vacío Palacio. Fue entonces cuando apareció un estelar Vecvagars, autor de 10 puntos en este cuarto. El letón, inspirado desde cualquier posición, permitió que su equipo entrara en el último parcial con las opciones intactas (54-54).

El Força Lleida se colocó por delante por primera vez tras un triple de Chapela (56-57), pero los andaluces reaccionaron de la mano de Iriarte y Lluís Costa para situar el 67-62 a 5 minutos del final. Una parte que se hizo eterna. Primero porque ambos equipos se enzarzaron en una batalla desde el tiro libre, con el que el Granada mantuvo el tipo. Pero volvió a aparecer Vecvagars, que con 4 puntos seguidos hizo que Pablo Pin detuviera el partido a 2:43 para el final y con el 71-72 en el marcador. Golpeó Iriarte y respondió Bulic con una magnífica canasta. Entonces fue el turno de Polanco, que anotó un triple clave a falta de 1:08 para el final (73-77). Fall solo anotó uno de sus dos tiros libres, mientras que Bulic tuvo mejor pulso a solo 43 segundos de la bocina (74-79). Bropleh provocó que el ritmo cardíaco aumentara con un espectacular triple a 20 segundos del final, al que respondió Aranzana con un nuevo tiempo muerto (77-79). Era momento de tener sangre fría, pero Polanco erró uno de sus dos tiros libres y mandó el partido a otro tiempo muerto a falta de 18 segundos. Con el 77-80, Bropleh falló su lanzamiento de tres y Carrera capturó el rebote, anotando los tiros libres de los que dispuso tras la esperada falta. Parecía que el duelo estaba sentenciado con el 77-82, pero Manu Rodríguez se inventó otro triple a falta de 6.5 segundos y Aranzana agotó sus tiempos muertos con el 80-82.

Vecvagars fue objeto de una falta que los árbitros no se atrevieron a pitar antideportiva. El letón anotó el primero, pero falló el segundo, dando opción al Granada a un último tiro. Sin embargo, los jugadores locales no encontraron el espacio para lanzar y la victoria fue leridana.