Regreso a la actividad

Tal como autorizó el Procicat la pasada semana en su última revisión de las medidas restrictivas aplicadas al deporte, ayer volvieron a abrir los gimnasios, los pabellones para acoger entrenamientos de equipos de base federados, que hasta ahora podían hacerlo en el exterior, y pudieron volver a entrenar los equipos de las competiciones que dan acceso a otras estatales, como los leridanos de Primera Catalana.

“Se nota que la gente tiene muchísimas ganas de volver a hacer deporte. Dentro de las limitaciones que sigue habiendo ha dido un día movido con una sensación agridulce”, explicaba Maria Campos, responsable del Trèvol. “Con tantas limitaciones no puedes dar el servicio que quieres y que los clientes merecen”, añadía Pep Castarlenas, responsable del Ekke. Aforo del 30% en el interior y del 50% en el exterior obliga a cambios. “Hemos doblado clases dentro y sacamos otras al exterior. Pero encima ha llovido”, añadía Campos. “Que en una sala de 300 metros cuadrados haya seis personas cuando ves mesas con menos distancia y la gente sin mascarilla...”, lamentaba Castarlenas. “La gente va volviendo, pero algunos dicen que han abierto porque hay elecciones y que dentro de 15 días ya veremos”, añadió.

La indefinición sobre las pruebas PCR y tener que jugar sin público crea reticencias en los clubes

Aprovechando esta “ventana” la Federación Catalana de Fútbol (FCF) anunció ayer el regreso de la Primera Catalana para el 27 y 28 de este mes y de competiciones de fútbol sala para el anterior. Habrá adaptación de calendarios, la licencia federativa y un certificado de autoresponsabilidad permitirá a los jugadores quedar excluidos de las restricciones de movilidad, no habrá público y se autoriza la disputa de amistosos.

El Mollerussa fue el primero que volvió a los entrenamientos. “Ahora los máximos responsables de que esto funcione somos nosotros. Tenemos que hacer que esto salga bien”, explicaba su entrenador, Josep Maria Turull. El resto de clubes empezará a entrenar esta semana aunque hay reticencias sobre volver a competir. “Vamos a volver a reunirnos”, dijo Xavier Batalla, presidente del Atlètic Lleida. “Estamos en un limbo, ¿Habrá PCR?, ¿quién las pagará? Vamos a volver a entrenar pero competir ya lo hablaremos”.

Guillem Puertas, vicepresidente de la Associació Lleidatana d’Handbol, celebraba el regreso a la actividad de la base. “Competir se tiene que valorar, pero siempre hemos defendido que se pudiera entrenar”.