El Barcelona deberá buscar el pase a la final en el Camp Nou

El Barcelona tiene más lejos su objetivo de disputar la final de la Copa del Rey después de perder ayer 2-0 ante el Sevilla

El equipo andaluz viajará al Camp Nou con una valiosa renta para la vuelta tras jugar un partido muy serio, en el que acertó ante el gol en momentos decisivos por medio del francés Jules Koundé y del croata Ivan Rakitic, y en el que el meta marroquí Yassine Bono le amargó la noche a Leo Messi, al abortar todos sus intentos de gol

A la falta de acierto en ataque, se le unió la ya preocupante fragilidad defensiva

Umtiti volvió a firmar otro partido para olvidar y quedó en evidencia en los dos goles

Ronald Koeman, sin Piqué ni Araujo y con Lenglet en el banquillo, apostó por Umtiti y Mingueza en el eje de la zaga, con Jordi Alba y Júnior en los laterales y no funcionó

Ahora tocará remontar en el Camp Nou si no quiere despedirse de otro título sin ni siquiera tener la opción de jugar la final.

El Sevilla, que aún no ha encajado ningún gol en esta Copa (12-0 de balance), se adelantó en el minuto 25 con un gran gol de Koundé que aprovechó la mala defensa de Umtiti

Aunque el Barça apretó en la reanudación con intentos vanos, en parte por el gran acierto de Bono, los andaluces ampliaron su renta en una contra culminada por Rakitic a 5 minutos del final para certificar una decepcionante actuación azulgrana, que ve truncada una gran racha de nueve victorias consecutivas fuera de casa, tres en la Copa del Rey y seis en la Liga.

El partido comenzó igualado y con intensidad, como se preveía por lo que estaba en juego, con una presión alta del Barça y buscando conectar con Messi cerca del área rival y, sobre todo, sorprender por la derecha por medio de un activo Dembélé

El primer aviso lo dio el astro argentino a los 11 minutos, pero no aprovechó un magnífico pase a la espalda de Griezmann y remató sobre la marcha con la zurda

El meta marroquí Yassine Bono evitó el gol con un despeje con el pie izquierdo.

El equilibrio persistió, con más brío ofensivo por parte azulgrana y un Sevilla que presionaba bien en el centro del campo, con el objetivo de evitar que llegaran balones claros a la línea de ataque azulgrana.

ecuador del primer tiempo con un remate cruzado del francés Koundé, incorporado al ataque, que salió ligeramente desviado, lo que fue el preludio del posterior premio para los blancos y con el mismo protagonista

En el minuto 25 el central galo marcó el 1-0 de un fuerte tiro, también cruzado, tras recibir un balón de Fernando, irse con un caño de Umtiti y fusilar a Ter Stegen.

El golpe hizo mella en el Barcelona, al que le faltó claridad y no encontró el último pase o la acción decisiva, como en un centro de Jordi Alba que paró Bono o algún intento de Messi desde lejos.

En la reanudación, el Barcelona, obligado por el marcador adverso y herido en su amor propio por sus sombras en ataque, apretó más, dominó, tuvo más el balón y buscó con mayor criterio aprovechar los puntos débiles del Sevilla

Messi asumió sus galones y, mucho más activo, buscó siempre el gol

En el 67 remató desde la frontal, parando Bono, muy seguro, como en una falta centrada con peligro por el argentino al área que detuvo el marroquí.

En plena ofensiva azulgrana ante un Sevilla que quizás se replegó en exceso, también por el mayor empuje del rival, Messi volvió a intentarlo, pero, tras recoger un rechace en el área grande, remató fuera.

Con el Barcelona volcado a por el empate, el que no perdonó fue Rakitic, quien en uno de los contragolpes de su equipo aprovechó que Umtiti rompía el fuera de juego para controlar, solo, en el área y fusilar a Ter Stegen para lograr el 2-0, un gol que puede ser muy valioso y que no celebró por su pasado azulgrana.