Primer título de la 'era Saras'

Por tercera vez en las últimas cuatro temporadas el Barça volvió a arrebatar una Copa del Rey al Real Madrid, aunque en esta ocasión sin apreturas finales ni polémicas arbitrales, porque fue muy superior a un rival atenazado que no pudo acabar con la maldición del anfitrión, que dura ya 19 años (73-88). Los azulgranas, olvidado el susto de su debut ante Unicaja y sin síntomas de cansancio, fueron de menos a más en un torneo en el que ya suman 26 Copas y amenazan el dominio de su eterno rival, que se queda con 28. El proyecto de Sarunas Jasikevicius ya tiene su primer título en el bolsillo, así como Mirotic, que estrenó también su palmarés como culé.

Pareció arrancar mejor la final el equipo de Pablo Laso de la mano de Abalde, pero esa sensación le duró muy poco porque los azulgranas reaccionaron de inmediato de la mano de Mirotic, que empezaba a producir en ataque y dio las primeras ventajas a los suyos. Llegó entonces la desconexión blanca, que le tuvo fuera de juego durante casi cinco minutos, en los que se pasó del 7-4 al 7-18 tras un parcial de 14-0.

Los tiros no le entraban y, además, perdían claramente la batalla en el rebote, asfixiados por la defensa de un Barça dueño y señor del primer acto (11-20). Al Madrid le tocaba reaccionar, como le ocurrió en semifinales frente al Tenerife.

Lo hizo tímidamente, con un 5-0 de salida en la reanudación, pero ahí quedó su amago de remontada porque, además de jugar con un par de marchas menos, el Barça andaba mucho más fino y llegó al descanso dominando por 21 puntos (31-52).

Un 2+1 de Higgins en la primera jugada de la segunda parte agravó la situación para el Madrid, que no encontraba el camino del aro y seguían acumulando errores. Al menos su defensa empezó a carburar como acostumbra y a recuperar terreno.

Al Barça le entraron las dudas al ver que su colchón se quedaba en 16 puntos, pero Abrines, infalible desde los 6,75 en toda la Copa, devolvió la tranquilidad. Llegaron entonces dos triples seguidos de Llull y Causeur que apretaron algo la final (50-63, m.

28). Aún les quedaba mucho camino, pero un esprint final del Barça dejó el choque encarrilado al final del tercer cuarto (50-69, min 30).

El intercambio de golpes de los últimos diez minutos resultó estéril para un Madrid que, aunque minimizó daños desde el triple y llegó a ponerse once abajo, acabó cediendo su corona ante un Barça mucho más compacto y que ya amenaza seriamente su dominio.