LOS DETALLES
Triunfo laborioso
El Lleida rompe la racha de dos derrotas consecutivas con dos goles en sus dos primeros remates a portería || Victoria con sufrimiento ante el colista Olot, que tuvo más ocasiones
Después de dos derrotas consecutivas –Barça B y Nàstic–, el Lleida se reencontró ayer con la victoria ante el colista Olot (2-1) en un discreto partido de los de Molo, que supieron sufrir para acabar asegurando el triunfo con dos goles de Raúl González, ambos de cabeza, el primero de ellos cuando aún no se había cumplido el primer minuto. El Olot tuvo más posesión y remató más veces que el Lleida, pero acabó marchándose de vacío del Camp d’Esports pese a dominar insistentemente durante el segundo tiempo, jugar con cuatro delanteros y fallar dos goles a portería vacía.
Con esta victoria el Lleida se aleja de la zona de descenso – lo que le obligaría a jugar por no bajar– y mantiene escasas esperanzas para acabar entre los tres primeros, aunque no depende de sí mismo o, como mínimo, estar en la nueva Primera RFEF. Ahora mismo, si la competición hubiese finalizado, sus rivales serían Badalona, Llagostera y Cornellà del subgrupo A, y Hércules, Peña Deportiva, La Nucía y Atzeneta, del subgrupo B.
El inicio del partido fue trepidante. Nada más poner la pelota en juego, una jugada por banda, elaborada entre José Ruiz y Abel Molinero, acabó con un certero cabezazo de Raúl Gonzalez cuando la práctica totalidad de los jugadores de ambos equipos aún no habían ni tocado el balón.
La respuesta del Olot, que se jugaba mucho en este encuentro, fue fulminante. Ataque por la derecha con centro al segundo palo para que Juan Delgado, tras un buen control, fusilara a Pau Torres (1-1, 12’).
En un intercambio de golpes y tras un remate de Abraham (14’) que se fue alto, Raúl González, en estado de gracia, volvió a adelantar al Lleida de cabeza (2-1, 23’) tras una serie de rechaces en el área pequeña de Pol Ballesté. Pero el primer tiempo aún depararía más sobresaltos al Lleida.
Salinas (27’) remató desde el borde del área y el balón se coló entre las manos de Pau Torres que, agil de reflejos, reaccionó y detuvo el balón sobre la misma línea. Si exceptuamos una acción individual de Alpha Bagayoko (32’), con dos regates y un remate que acabó en córner, las mejores ocasiones fueron visitantes.
Eloi Amagat (31’ y 35’) tuvo el 2-2 a su alcance. En primera instancia cruzó demasiado la pelota a portería vacía, y en la segunda, en el lanzamiento de una falta directa, mandó el esférico rozando el larguero.
Aún tendría una última ocasión el conjunto de la Garrotxa antes del descanso, con un tiro de Pol Prats, el mejor de su equipo, que acabó en córner tras estrellarse en el cuerpo de un defensa (34’)..
Tras el descanso el dominio visitante se hizo angustioso. De hecho, el Lleida sólo consiguió realizar un solo remate en el minuto 83, a cargo de José Ruiz que salió desviado. En cambio, el Olot dispuso de hasta tres claras ocasiones. La primera a cargo de Pol Prats (46’) con buena parada de Pau Torres; la segunda de Kilian Grant (72’), que mandó la pelota fuera con todo a su favor y, la última, de Juan Delgado, que estrelló el balón en el cuerpo de un defensa (76’). El partido, con siete minutos de añadido por parte del colegiado, acabó con el Lleida con cinco defensas atrás, aguantando las acometidas de un Olot que acabó con cuatro delanteros.
Chavero se lesiona y es seria duda para jugar ante el Prat En el minuto 55, tras una acción fortuita, Chavero se tiró al suelo con ostensibles gestos de dolor. Tras ser atendido sobre el césped tuvo que ser sustituido por Yasser, retirándose cojeando del terreno de juego. Molo, en la sala de prensa, se mostró pesimista sobre su presencia en el proximo partido en el Municipal de Sagnier, ante el Prat (domingo, 12.00). A falta de las pruebas médicas, Chavero podría sufrir una lesión en el abductor derecho, por lo que si se confirma la lesión, tendrá muy difícil jugar en el próximo partido.
La afición animó a su equipo desde el exterior del estadio A lo largo de la totalidad del partido y por primera vez esta temporada –en otras ocasiones fueron solo unos minutos–, un numeroso grupo de aficionados se dedicaron a animar, con bombos y cánticos, a los jugadores del Lleida en su choque ante el Olot. El gesto fue valorado muy positivamente tanto por los jugadores como por Molo, asegurando que este detalle les proporcionó un plus de motivación para poder hacerse con los tres puntos en juego. Todos desearon poder jugar con público en el próximo encuentro ante el Andorra.