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¡A un solo punto!
Un gol agónico de Dembélé en el minuto 90 coloca al Barça pisando los talones al líder Atlético, que ha de visitar el Camp Nou, y los azulgranas dependen de sí mismos para ganar el título || El equipo de Koeman sufrió mucho y ya piensa en el Clásico del sábado
Un gol de Ousmane Dembélé, en el minuto 90, deshizo el embrollo en el que se metió el Barça ante el Valladolid y consiguió una victoria que sitúa al equipo de Ronald Koeman a un solo punto del Atlético de Madrid, que es el líder de LaLiga. Fue un triunfo agónico frente a un rival que jugó desde el minuto 79 con diez futbolistas por la expulsión de Óscar Plano, pero más allá de eso refuerza la moral de los azulgrana, que necesitaban ganar, pero no jugaron bien frente a un rival con oficio, que resistió hasta que Dembélé cazó un balón y lo empalmó a la red cuando el partido moría.
Es el decimonoveno partido consecutivo de los azulgrana sin perder, un equipo que ha conseguido 40 de los últimos 42 puntos y que ha remontado doce puntos al Atlético. Por eso ahora el Barça depende de sí mismo para llevarse el campeonato, y el próximo sábado en Valdebebas, frente al Real Madrid, tiene otra buena ocasión para seguir creyendo.
El Valladolid, que llegó con muchas bajas, hizo un buen partido y se quedó con diez por expulsión en el 79
Pero ganar ayer no fue fácil. Al equipo de Koeman se le atragantó el planteamiento de Sergio González. No pudo el Barça desplegarse por las bandas, no dominó el juego, no encontró espacios y no salió del embudo que le plantearon los vallisoletanos. Los azulgranas salieron con todo, también con Messi y de Jong, apercibidos de sanción a pocos días del Clásico en el Bernabeu, pero con un fútbol sin respuestas.
Por contra el Valladolid, que no gana en el Camp Nou desde 1997, llegó con doce bajas, pero con las ideas muy claras. De hecho, la primera parte fue de los blanquiovioletas desde la primera ocasión, un remate de Kodro al travesaño en el minuto 9, hasta dos buenas llegadas de Roque Mesa, una en el 24 y otra en el 25.
El Valladolid enredó al Barça en la telaraña central y los azulgranas no tenían espacios y regalaron 45 minutos al rival. Dembélé no era diferencial y por las bandas ni Dest ni Alba podían proyectarse. Los de Sergio González, más allá de crear peligro, tenían el partido donde les convenía, aunque a partir de la media hora, los azulgranas reaccionaron tímidamente.
De Jong se incrustó más en la media, Dembélé buscó más la espalda de los centrales y el Barcelona tuvo un par de buenas ocasiones. En la primera Messi se encontró con el cuerpo de un defensa tras la dejada del francés (min. 40); en la segunda, Pedri remató al poste de la meta de Masip (min. 46), en la mejor ocasión de los azulgrana en el primer tiempo.
Reaccionó Koeman y jugó de inicio su equipo en la segunda parte con un 4-3-3, en lugar del 3-4-3 del inicio y todo fluyó más. Recuperaba el Barça más rápido, llegaba más fácil y el Valladolid ya no parecía tener tantos recursos para plantar cara, hasta que Lucas Olaza remató al lateral de la red y se abrió la caja de los truenos (min. 57).
Tuvo una doble ocasión el Barça con Dembélé y Griezmann (min. 59), reclamó el Valladolid un penalti por mano de Alba (min. 63) y Koeman volvió a cambiar el dibujo con la entrada de Braithwaite, Araujo y Trincao (min. 63). El asedio azulgrana fue en aumento en el último cuarto de hora del partido. A diez del final, el Valladolid se quedó con diez por la expulsión de Óscar Plano y el partido fue un monólogo del Barcelona hasta el final.
En el 90, Dembélé, el controvertido delantero francés, salvó a su equipo. Cazó un balón que tocó Araujo y empalmó el esférico al palo corto de Masip. Era el 1-0 que suponía la victoria, el liderato a un solo punto, un triunfo para soñar y seguir esperando emociones fuertes de un equipo que parecía desquiciado hasta hace bien poco y que ahora depende de sí mismo para conseguir el doblete.
Messi, homenajeado por su récord de 768 partidos como azulgrana En la previa al partido ante Valladolid, Leo Messi fue homenajeado junto a su familia y sus compañeros al batir con 768 el récord de mayor cantidad de partidos disputados con la camiseta del club catalán. Superó los 767 partidos oficiales que ostentaba Xavi Hernández y recibió una camiseta conmemorativa de la temporada 2004-05: Gerard Piqué, Sergi Roberto y Sergio Busquets, los otros capitanes del actual plantel, le hicieron entrega de la camiseta.También tuvo la compañía de su familia: sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, junto a su esposa, Antonela Roccuzzo, quienes se fotografiaron con el astro argentino.