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Este sí es el camino

El Força Lleida suma ante el Melilla una victoria vital para la salvación y se redime del descalabro en Burgos || Triunfo coral con Carrera ejerciendo de líder

Mirza Bulic jugó ayer uno de los partidos más completos con la camiseta leridana.

Mirza Bulic jugó ayer uno de los partidos más completos con la camiseta leridana.POL PUERTAS

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El ICG Força Lleida no podía fallar ayer y no lo hizo. Después del duro traspiés de hace una semana en Burgos, el equipo se rehízo, recuperó su esencia y tumbó a un gran rival como el Melilla (95-81), al que superó por 14 puntos, importante de cara al average, y con el que empata a siete triunfos. Los de Gustavo Aranzana fueron de menos a más, salvaron un bajón en el segundo cuarto, recondujeron la situación en el tercero y sentenciaron en el inicio del último asalto con un parcial de 10-0 y una gran defensa coral.

El Força Lleida tardó dos minutos en entrar en dinámica, después de un inicio errático y muy espeso en ataque. Tuvo que ser Carrera el que rompiera la sequía y diera buena cuenta de la canasta inaugural de Kamba, el faro de los norteafricanos en este primer cuarto y en el último.

Ambos jugadores mantuvieron un duelo anotador que se llevó el congoleño gracias a su acierto desde la línea de 6,75. Tres canastas sin error anularon la ventaja de siete puntos (9-2) que había logrado el Força Lleida en el ecuador del periodo, con Carrera (7 puntos) y N’Guessan (4) acaparando todo el protagonismo ofensivo.

El parcial de 2-11 puso de nuevo a los de Alejandro Alcoba por delante (11-13), aunque al final del cuarto se llegó en tablas (17-17)..

El Força Lleida fue ayer mucho mejor que su rival, al que ganó claramente en valoración con un 106-74

El cuadro de Gustavo Aranzana mejoró sus prestaciones en el segundo asalto, sobre todo en defensa, lo que le permitió robar más balones y forzar malos tiros de los melillenses. Esta situación se trasladó al marcador, que empezó a decantarse del bando leridano con Buchanan, que al final pudo jugar el partido pese a no entrenar en toda la semana, haciendo mucho daño bajo ambos aros. El estadounidense se mostró imparable en ataque sumando cinco puntos casi seguidos que, junto a un triple de Sans, devolvieron la ventaja al Força Lleida (25-23).

El Melilla se mantuvo a flote con acciones de Marín y Sikiras (25-26) hasta que un triple desde siete metros de Kendal Manuel reactivó a los de negro, que vivieron sus mejores minutos. Otros dos triples de Vecvagars y Sans y un mate de Bulic forzando además la falta ayudaron a completar un parcial de 12-2 que puso una máxima ventaja de 9 puntos superado el ecuador del periodo (37-28, m.16).

Pero el ICG Força Lleida no supo rematar la faena como otras tantas veces y una de sus ya tradicionales pájaras en el tramo final de los segundos periodos permitió al Melilla llegar vivo al descanso (42-40).

La segunda parte fue otra historia, y eso que el Melilla la comenzó retomando el mando del marcador con un triple de Sikiras. Pero el Força Lleida sabía lo que estaba en juego y apretó con un juego coral en el que todo el mundo aportó, destacando, cómo no, Carrera, ahora con sus dos triples y el rebote defensivo, y Bulic, que volvió a ser el que era y resultó determinante, tanto por sus puntos (5) como por su defensa para que los de negro volvieran a tomar una ventaja de nueve puntos (63-54), con triple final precisamente del bosnio.

Suya fue también la canasta que cerraba un tercer periodo esperanzador (67-59), y la que abría el último asalto, en el que el ICG Lleida confirmó su apuesta pasando por encima de su rival. Un parcial de salida de 10-0 resultó determinante, con un ataque casi sin error y una defensa sin fisuras, con Bulic de protagonista al forzar dos faltas de ataque de Sikiras y Misters y un robo para elevar la renta hasta los 18 puntos (77-59).

Pero aún faltaban siete minutos, todo un mundo, y la presión se apoderó de los de negro, que pasaron por unos minutos de nerviosismo viendo que el Melilla recortaba distancias hasta situarse a solo ocho puntos (82-74), con un increíble Kamba (15 puntos en este cuarto). Pero un triple de Carrera, una pesadilla ayer para los norteafricanos, y sendas canastas de valentía de Chapela acabaron con la resistencia del Melilla y certificaron una victoria que vale su peso en oro en pos de la permanencia en la LEB Oro.

“Es una victoria importante, pero nos quedan cuatro más” 

Gustavo Aranzana estaba ayer feliz por un triunfo vital y por el trabajo de los suyos, que calificó de “fantástico”, al tiempo que felicitó al público por su apoyo. “Ha estado muy bien, pero ya dije que teníamos que ser nosotros los que teníamos que enganchar a la afición.

Poco a poco la asistencia irá en aumento”, dijo. “Hemos visto un grandísimo partido de baloncesto, difícil pero muy bello.

Un partido jugado de poder a poder por dos equipazos. No puedo poner ninguna pega, porque todo el mundo ha estado fantástico en la ejecución del plan que teníamos.

Era muy difícil defender el bloqueo directo y lo hemos ejecutado muy bien, hemos dominado el rebote y eso nos ha permitido dominar el ritmo, pero el Melilla nunca ha bajado los brazos. Aun así, hemos sabido tener paciencia, buscando las mejores opciones, generando y cuando hemos tenido tiros abiertos los hemos ejecutado con acierto”, dijo.

Aranzana reconoció la importancia del triunfo tras la derrota de la semana pasada en Burgos. “Veníamos de cinco minutos malos en Burgos que nos habían hecho daño, pero nos hemos unido. Sabíamos que era un partido clave y nadie puede dudar del compromiso de la plantilla, pero es difícil porque el camino es duro. Es una victoria más, muy importante, pero nos quedan cuatro finales más y no podemos fallar. Ahora a descansar y a pensar ya en Cáceres, porque no podemos pensar en que ya lo hemos hecho todo, es un pasito más”, señaló Aranzana, que dedicó la victoria al responsable de prensa del club, Carles Castelló, por el fallecimiento de su madre.

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