Márquez: “Si por mí fuera pensaría en el título, pero aún no toca”

Marc Márquez, que el pasado domingo volvió a competir en el Mundial de MotoGP tras nueve meses lesionado, asegura que no se marca “ningún objetivo” a nivel de resultados este año y que solo quiere divertirse y “poder pilotar” como le gustaría, pero también avisa de que no va a “descartar nada después de la tercera carrera”, a pesar de que “aún no toca pensar en el título”.

“No me marco ningún objetivo, solo que a final de temporada tenga las mismas sensaciones sobre la moto que tenía a final de 2019. Que me divierta encima de la moto, que pueda pilotar como yo quiero. Ese es el principal objetivo para acabar fuertes 2021 y empezar bien 2022, pero tampoco voy a descartar nada después de la tercera carrera. Carrera a carrera, partido a partido iremos viendo cómo estamos e iremos improvisando sobre la marcha”, explicó en una entrevista a Europa Press.

Tras su séptimo puesto en Portugal, el leridano reconoció que vivió “un fin de semana especial”, “una mezcla de emociones y sensaciones”, pero también “una liberación” cuando llegó al ‘box’ y finalizó “todo un fin de semana de tensión y vuelta a la normalidad”. “Ya he asimilado esto y estoy pensando en Jerez. Todavía estoy recuperándome de todo el estrés que sufrió el brazo durante el fin de semana. Tengo ganas de que llegue Jerez, dar otro pasito allí y poco a poco coger la forma física, que es lo que más me preocupa ahora”, dijo.

En cuanto a su brazo derecho reconoció que aún lo tiene “resentido porque solo han pasado dos días” desde la prueba lusa. “Lo importante es que son agujetas a nivel muscular, molestias en el hombro, pero en cuanto a la fractura todo está muy estable y no ha habido ninguna molestia, que es lo que más preocupaba a los doctores. ‘Cuestión de tiempo’ son las palabras que más me han repetido estos últimos nueve meses. Paciencia, el tiempo lo arregla todo. Ahora solo quedar tener un poco más de paciencia, quemar las etapas poco a poco y cuando toquen”, valoró.

Tanto Marc como Pol Espargaró, su compañero este año, coincidieron en que no sería lógico que hubiese un “muro” entre ellos, sino “una tensión sana”, apuntaron.