LOS DETALLES
El Llista empata en la pista del Voltregà en un partido que tuvo controlado y en el que se vio perjudicado por algunas decisiones arbitrales
El Llista empata en la pista del Voltregà en un partido que tuvo controlado y en el que se vio perjudicado por algunas decisiones arbitrales || El Vic desciende a Plata después de 30 temporadas en la máxima categoría
El Lleida Llista sumó ayer un buen punto en la siempre difícil pista del Voltregà (3-3), aunque el premio le supo a poco tras un partido que los leridanos tuvieron controlado, pero en el que les perjudicaron varias decisiones arbitrales. El punto logrado en el Oliveres de la Riva es de esos que se devalúa. Tenía un valor excelente antes de empezar un partido que enfrentaba a los leridanos, quintos, con el sexto clasificado, pero que perdió valor tras los 50 minutos. Sin duda, el Llista mereció un mejor premio, ante uno de los rivales más complicados de la competición.
El partido empezó muy bien para el Llista. El equipo de Albert Folguera salió a la pista dispuesto a llevar la iniciativa. Y a los dos minutos se encontró con un penalti a favor, que Oriol Vives transformó en el 0-1 (2’). El tanto aportó tranquilidad a los leridanos, que daban la sensación de encontrarse muy cómodos. Defendían bien, no permitían las contras del Voltregà, una de sus armas más peligrosas y, en la portería tenía a un Martí Serra muy seguro, que paraba todo lo que le llegaba. El Llista tenía el dominio, aunque el Voltregà parecía llegar al área rival con más facilidad.
El precio lo pagaba a base de faltas. A los nueve minutos ya le habían pitado 5. Bruno Di Benedetto tuvo el segundo gol con un remate a la media vuelta que detuvo Blai Roca, pero quien sí cosiguió el 0-2 (10’) fue Joan Cañellas, con un potente remate desde lejos.
El primer contratiempo llegó un minuto más tarde, cuando Humbert Serra anotó el 1-2 (11’). El gol hizo que el Voltregà se creciera e intensificó la presión. El Llista intentaba hacer daño desde lejos, ya que tenía dificultades para llegar a la portería defendida por Roca. La amenaza de la décima falta seguía creciendo, ya que a manos de cinco minutos del final de la primera mitad ya le habían pitado 7. El Llista necesitaba un gol y lo tuvo en un remate de Jepi Selva, que de nuevo detuvo Roca. El Voltregà insistía y se trataba de llegar con ventaja al descanso.
Pero no pudo ser. Los colegiados señalaron una tarjeta azul muy rigurosa a Joan Cañellas y Gerard Teixidó no perdonó para hacer subir al marcador el 2-2 (24’) con el que finalizó la primera mitad.
En la segunda parte, el Llista volvió a salir fuerte y de nuevo encontró el premio muy pronto. Apenas disputado el primer minuto, Jepi Selva, muy atento a un rechace de Roca, marcó el 2-3. El Llista volvía a estar por delante, pero faltaba un gol tranquilizador que no acababa de llegar. El partido se disputaba a un ritmo frenético, con continuas llegadas a ambas porterías, en las que los dos porteros estaban muy acertados.
El Llista defendía bien, salía con peligro a la contra, pero no acertaba en el pase decisivo o en el remate. Y encima, los árbitros, no veían nada en el área local. El equipo de Folguera lograba ralentizar el ritmo, consciente de que el paso del tiempo jugaba a su favor. Pero faltaba un cuarto gol y, con 9 faltas cometidas, el peligro de la falta directa era una amenaza constante.
Llegó, pero no por la décima. Los árbitros la pitaron por una acción al borde del área. Lanzó Teixidó y Martí Serra detuvo la bola. Pero en la acción siguiente, el propio Teixidó hizo el 3-3 en una acción en la que hubo falta sobre el meta leridano, que los árbitros tampoco vieron. En los últimos minutos los dos equipos estaban con 9 faltas cometidas, pero ni hubo más falta, ni más goles. Un buen punto para el Llista, pero que supo a poco.
Por otra parte, el Vic perdió 2-8 ante el Noia, con lo que desciende matemáticamente a OK Liga Plata después de 30 temporadas en la máxima categoría, en las que ha conseguido 4 Copas, 1 Intercontinental, una CERS y 2 Supercopas.