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El Barça pierde en el Camp Nou frente al Granada
El Barça pierde en el Camp Nou frente al Granada, deja escapar la oportunidad de situarse líder y ahora no depende de sí mismo || Leo Messi abre el marcador, pero los andaluces remontan en una mala segunda mitad de los azulgranas y Koeman termina expulsado
El Barça perdió ayer frente al Granada (1-2), dejando escapar la oportunidad de colocarse líder de la Liga y pasando a no depender de sí mismo para lograr el título, pues aunque debe medirse al Atlético (73 puntos), tiene perdido el average particular con el Madrid, con el que está empatado a 71 puntos. Los de Ronald Koeman tenían la opción de asaltar el liderato por primera vez esta temporada y lo tuvieron en sus manos desde el 1-0 de Leo Messi a los 21 minutos. Sin embargo, un Granada que demostró capacidad de competir golpeó con Machís y Molina en la última media hora, en errores defensivos del Barça, y dinamitó las opciones de liderato para los azulgranas.
El día que el Barça tenía que ponerse líder jugó con siete canteranos. Ilaix sustituyó a Pedri, Sergi Roberto a Dest y Umtiti entró por Lenglet, pero Koeman no cambió de dibujo, ni tan siquiera reservó a los cuatro apercibidos por sanción.
El Barça, con Leo Messi bajando a crear, tenía problemas para llegar a la meta rival. Tuvo una buena asociación el cuadro azulgrana, que no encontró rematador a los 8 minutos, y un primer disparo a puerta de Griezmann.
El delantero francés generó el segundo disparo, esta vez a gol de Messi, en una bonita pared, pisando y bailando con el balón para buscar a su compañero. El argentino fusiló abajo para el 1-0, su gol 26 en Liga, y el Granada perdió la compostura.
El capitán azulgrana se encontró muy solo en varias ocasiones en la conducción y tuvo un mano a mano que salvó el debutante Escandell. Un cabezazo de Umtiti también estuvo a punto de convertirse en el 2-0. Los andaluces tuvieron su mejor opción en una recuperación arriba que no aprovechó Herrera, pero al descanso las buenas sensaciones y el resultado eran para los azulgranas.
Así siguió la reanudación, con una marcha más si cabe. Busquets ofreció un nuevo recital en el centro del campo, espejo de un Barça capaz de cambiar y mucho en unos meses. El internacional fue el primero en la presión y también inició cada jugada con peligro, en un tirar pases sin cesar. Messi y Griezmann también siguieron entonados pero el gol de la sentencia no llegaba, comenzaron a notarse los nervios y la impaciencia.
Roberto Soldado avisó de que aún había partido a pesar del gol de Messi. El Barça se confió ante un rival que, a pesar de que no se juega nada, no deja de competir, en busca de su mejor marca de puntos en la Liga. Lo siguiente de los andaluces fue el empate, en un pase de Luis Suárez, mal cubierto por Umtiti, que Mingueza no solo no cortó sino que amortiguó. Machís lo agradeció y no perdonó frente a Ter Stegen. El 1-1 cayó como un jarro de agua fría. El liderato ya no estaba en manos del Barça a pesar de su dominio.
A renglón seguido, Ronald Koeman vio una tarjeta roja en lo que pasó a ser el verdadero punto de inflexión a pesar de que aún quedaba tiempo para marcar el segundo. El Barça volvió a rondar sin un remate claro y en otro descuido atrás, Molina remató para el 1-2. El desastre azulgrana aún tenía tiempo para enmendarse, ya que el empate valía su peso en oro a estas alturas de la temporada, pero el embudo que formó el Granada contuvo cualquier llegada.
Los cambios de Dembélé y Pedri apenas modificaron la actitud de los azulgranas en el tramo final del encuentro. A la desesperada subió Piqué a cubrir un hueco en la delantera, con la culpa del 1-2, pero esta vez no hubo salvación en el añadido. El Barça, que venía lanzado a por el liderato, se queda en la tercera posición, con cinco jornadas por delante a la espera de que el Madrid tropiece y sabiendo que tiene el duelo directo con el Atlético la próxima semana. Y el Sevilla, de tapado, a solo tres puntos del liderato.