35 años del retorno del Lleida a Segunda con Jordi Gonzalvo

La temporada 86-87, de hace ahora 35 años, la ya desaparecida Unió Esportiva Lleida iniciaba la más fructífera de sus etapas que culminaría en el ejercicio 92-93 con un impensable ascenso a Primera División. Uno de los artífices de aquel ascenso a la Segunda división, en la que el Lleida no militaba desde la campaña 67-68 en que una drástica restructuración (se pasó de los dos grupos existentes hasta entonces, a uno) lo mandó al infierno de la Tercera División, fue el técnico Jordi Gonzalvo (Barcelona,1947) que, con Antonio Gausí primero y Mario Durán después, cambió la mentalidad de un equipo mayoritariamente perdedor. En su primera temporada en el club lo salvó de un nuevo descenso a Tercera, no por deméritos deportivos, sino porque la Federación Española volvió a cambiar la Segunda B convirtiéndola de los dos grupos a uno solo.

Gonzalvo, que en su debut en el banquillo del Camp d'Esports acabó cuarto y llegó a octavos en la Copa del Rey cayendo ante el FC Barcelona (0-1 en Lleida y 0-0 en el Camp Nou), forjó un equipo para ascender con un equipo a base de canteranos (Alió, Rubio, Palau, David Capdevila, Hernández, García, Fauría, Espasa, Vidal, Emilio Vicente e Isidre Tarres) y jugadores navarros (la relación entre ambos clubes era excelente) como Lecumberri, Luego, Dioni, Sarabia, Marcelino, Chiupete Glaria y, sobre todo, el goleador, Mariano Azkona.

Con las victorias del equipo, el Camp d'Esports volvió a llenarse a medida que avanzaba la temporada  con una alineación tipo que comenzaron a saberse de memoria: Arumó o Amigò bajo palos; Rubio, Maza, Oliva y Lecumberri, en defensa; Pleugo, Palau; Sánchez Planelles y Glaria, en el centro del campo; y Sarabia o Alcelay y Azkona en ataque. Una de las claves del ascenso, conseguido dos jornadas antes del final, fue el hecho de que el Camp d'Esports se convirtió en un fortìn ganando 16 de los 21 partidos disputados en él. Además de cuatro empates tan solo el At. Madrileño fue capaz, en la primera vuelta, de ganar (1-2). El Lleida, esa temporada, acabó segundo, detrás del Tenerife, logrando el ascenso directo a la categoría de plata del futbol español.

Jordi Gonzalvo, además, entró también en la historia del club como máximo responsable de su himno, que aún se mantiene vigente actualmente, estrenado oficialmente en diciembre de 1986 en un partido ante el Sanse, filial de la Real Sociedad. Gonzalvo continuó una temporada más, ya en Segunda División, y rozó el ascenso a Primera que se evaporó en la penultima jornada de Liga al perder en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, ante el Castilla (1-0).