Un gol de Griezmann evita un grave tropiezo francés y Dembélé se lesiona

La selección de Francia se llevó ayer un buen susto en su encuentro ante a Hungría (1-1). El equipo de Didier Deschamps mereció mejor suerte, tuvo hasta cinco ocasiones claras para tomar ventaja durante la primera mitad, y se fue perdiendo al descanso.

El combinado dirigido por el italiano Marco Rossi encontró petróleo en una acción aislada durante el tiempo de prolongación. Fiola no dejó pasar el mano a mano con Lloris después de ganarle la partida a Varane y marcó el 1-0 provocando el éxtasis en el estadio de la capital húngara, donde no existen ni la medida de seguridad, ni la obligación de utilizar mascarilla en el exterior.

Unos 67.000 espectadores vieron cómo su selección se iba al descanso con un enorme botín. Dembélé, que se marchó lesionado a pesar de entrar desde el banquillo, lanzó al palo en otro aviso hasta que Griezmann, en una jugada iniciada por un saque de Lloris, logró el empate.

Mbappé se peleó por el balón y su pase hacia atrás lo amansó Orban, dejando a Griezmann que fusilara a escasos metros..