FÚTBOL FEDERACIONES
Los clubes aprueban que no haya descensos y las cuentas de la Catalana
Los clubes aprobaron anoche, en una maratoniana asamblea de la Federación Catalana de Fútbol, que no haya descensos con 193 votos a favor y 142 en contra, después de que la mayoría de los equipos pusiera como condición principal esa premisa para reanudar la competición este año con el riesgo de la Covid. Y los equipos que se retiraron de la competición podrán ascender la próxima temporada y no serán sancionados.
Además, fueron aprobadas las cuentas federativas con el resultado de 232 votos a favor, 127 en contra y 25 abstenciones. La junta que preside Joan Soteras presentó un presupuesto de 26.968.500 euros y un déficit de 1,35 millones, que achacó fundamentalmente a la pandemia, después de que su antecesor en el cargo, Andreu Subies, dejara el ente federativo con superávit y tras años de enjugar la deuda que heredó.
Las dos plataformas opositoras a la junta querían que el voto fuera secreto y no lo lograron
Hubo gritos de ‘tongo’ ‘tongo’ y silbidos. De hecho, la Plataforma por una FCF de los Clubes, uno de los movimientos opositores a los actuales dirigentes federativos, denunció que la votación había sido mucho más ajustada de lo que se anunció en el recuento final. Algo que achacaron a que la FCF no permitió que el voto fuese secreto.
Hace dos semanas la ACFAC (Associació de Clubs de Futbol Aficionat de Catalunya) y la Plataforma por una FCF de los Clubes mostraron su disconformidad con la gestión de la actual junta. Las dos asociaciones propusieron varios puntos a tratar en la asamblea de ayer en Blanes y que estaban respaldados por más de 400 firmas, pero no consiguieron su aprobación. Soteras aseguró en una reciente entrevista que cuenta con el apoyo del 99% de los clubes, pero por lo que se vio ayer en la asamblea no parece que sea así.
Jordi Terés y cuatro directivos ‘plantan’ a Soteras en la asamblea
Uno de los momentos álgidos de la polémica asamblea se produjo cuando cinco directivos de la Federación Catalana defenestrados por Joan Soteras, entre ellos el exdelegado de Lleida Jordi Terés, abandonaron el atril de la junta y dimitieron (aunque se les obligó a dejar sus cargos seguían siendo directivos). Junto a Terés dimitieron Juanjo Isern, Jordi Solé, Manel Duran y Toni Tañà.