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CICLISMO TOUR DE FRANCIA

Pogacar vuela en la crono, pero Van der Poel resiste

El esloveno Tadej Pogacar ganó con autoridad la contrarreloj.

El esloveno Tadej Pogacar ganó con autoridad la contrarreloj.EFE

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El esloveno Tadej Pogacar (UAE-Team Emirates) se impuso ayer en la contrarreloj individual de la quinta etapa del Tour de Francia, disputada entre Changé y Laval sobre 27,2 kilómetros, y da un golpe sobre la mesa de una general liderada todavía por un Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix) que salvó el maillot amarillo. Tras esta crono pasada en muchos minutos por agua, pero sin caídas para los favoritos, el líder sigue siendo un Van der Poel que fue quinto con una enorme crono y solo cedió 31 segundos, y ahora tiene 8 de margen sobre Pogacar, segundo en la general, y 30 sobre Van Aert, que es tercero.

Pogacar fue el mejor, luciendo su maillot blanco de mejor joven de la carrera y confirmando que pronto puede cambiarlo por el amarillo de líder. Sin magulladuras ni lesiones a curar, metió una minutada a sus rivales en una jornada en la que superó también a los mejores especialistas. Se exhibió en la última crono del Tour de 2020 para superar a su compatriota Primoz Roglic (Jumbo-Visma) y hacerse con el primer cajón del podio final en París. Esta vez, sin tanto premio, voló sin igual para decir que su vigencia como campeón puede tener largo recorrido.

Y es que le metió 44 segundos a Roglic, muy maltrecho tras las caídas, y aventajó en 1:18 a otros rivales como Geraint Thomas, también magullado, o 1:44 a Richard Carapaz, ambos del INEOS Grenadiers. Pogacar no tuvo rival, tampoco entre los grandes especialistas. Ganó la etapa superando en 19 segundos al suizo Stefan Küng (Groupama-FDJ), con 27 segundos de margen sobre Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) y 30 sobre un Wout van Aert (Jumbo-Visma) que fue de más a menos.

Por otra parte, la espectadora que provocó con una pancarta la caída masiva en la primera etapa ha sido detenida por la policía francesa. Según la RTL, la sospechosa habría sido arrestada y puesta a disposición de las autoridades en Landerneau, y se enfrenta a una investigación formal por un posible delito de daños, procesable en Francia con un año de prisión y una multa de unos 15.000 euros.

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