Núria Vilarrubla: «Si doy mi mejor versión podré luchar por medalla»

¿Ya se ha hecho a la idea de que será olímpica?

Claro que sí, cada día falta menos para que comience todo y, aunque serán unos Juegos atípicos y únicos, estoy muy ilusionada.

Lleva muchos años luchando día tras día para estar en unos Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista. ¿De quién se acuerda?

Si miro hacia atrás estoy muy agradecida de todas las personas con las que he compartido este camino, que me han ayudado a entender y amar este deporte, entrenadores, compañeros de equipo, todos con los que he ido trabajando día a día y que han hecho que ahora esté donde esté. Me siento muy contenta y agradecida por ello.

¿Cómo está siendo la experiencia pre-olímpica hasta ahora?

Particular pero muy positiva. Ahora mismo estamos en lo que sería un confinamiento de preparación previo a los entrenamientos oficiales que comenzarán a partir del día 20. Estamos confinados en un hotel, donde pasamos test Covid a diario, cada mañana, y solo podemos salir de nuestra habitación para ir a comer o para dirigirnos al canal para entrenar. La verdad es que, pese a todos estos condicionantes de movilidad, está yendo todo muy bien, entrenando muy a gusto. El clima es duro, con mucha calor y humedad, pero ya nos estamos aclimatando y disfrutando de esta experiencia.

¿Qué le ha sorprendido en su corta estancia en Tokio?

Tuvimos la suerte de viajar al principio a la zona del norte para hacer unos días de aclimatación antes de comenzar el Training Camp en el canal olímpico y, pese a estar también en estas condiciones de aislamiento total, fue muy especial. Pudimos entrenar en un río natural y tener más contacto con la naturaleza, gozar más del espacio exterior. El contacto con la gente es mínimo, solo nos relacionamos con los trabajadores y los voluntarios que nos guían y nos ayudan durante estos días, pero si echo la vista atrás, pude estar muchas semanas aquí en el año 2019, cuando hicimos dos periodos de entrenamientos. Entonces sí que me impactó la forma de ser de la gente, muy respetuosa y ordenada, y con una comida que, personalmente, me gusta..

¿Cómo pasa el tiempo confinada en un hotel?

Pasamos mucho tiempo en el canal. Nos vamos cada día muy pronto, porque hacemos dos sesiones de entrenamiento y ya comemos allí, y eso hace que el día pase rápido. Nos lo tomamos con mucha paciencia.

El camino hacia Tokio ha sido duro, con la pandemia de por medio aplazando las pruebas de selección que se tenían que hacer en abril en Londres y que finalmente fueron en noviembre pasado en La Seu. Supongo que ha valido la pena tanto esfuerzo..

Evidentemente que sí, el esfuerzo siempre vale la pena, vayan bien las cosas o mal. Me siento contenta de estar aquí, de afrontar estos Juegos Olímpicos en este momento de mi carrera y muy agradecida. Es cierto que con la pandemia todo se ha alargado más de la cuenta, pero ha sido para todos igual.

Uno de sus sueños era ser olímpica y ya está cerca de hacerlo realidad. ¿Cuál es el próximo sueño?

Tampoco lo definiría como un sueño. A mí lo que me gusta es trazar objetivos y avanzar hacia adelante. Si ahora miro hacia el futuro, me gustaría seguir remando, gozando y creciendo en este deporte.

España ya hace años que ha pasado de mera comparsa a luchar por las medallas en cada campeonato. En su caso, ya ha conseguido alguna a nivel europeo. ¿Hablar de estar en el podio olímpico es atrevido o realista?

Mi objetivo en estos Juegos es buscar mi mejor navegación y remar a mi máximo nivel. Y a partir de ahí, intentaré superar las fases para llegar a la final, y allí también. Ese es mi objetivo principal. ¿Hablar de medallas olímpicas? Si doy mi mejor versión podré luchar por ellas.

¿Qué consejo le han dado para afrontar la presión?

Durante la preparación he ido hablando con diferentes palistas que fueron olímpicos, como el caso de Carles Juanmartí, como lo ha sido nuestro entrenador, Guille Díez-Canedo, o Samuel Hernanz, también nuestros compañeros de equipo, y todos nos aconsejan tomarnos esta competición con naturalidad. Lo que nos han transmitido, sobre todo, es esta visión de que es una competición más. Sí que es cierto que tiene un reconocimiento externo muy grande, pero no deja de ser una competición más y lo que tenemos que hacer es gozarla al máximo con la mayor libertad posible.

Ya sabe lo que es ganar en el canal de Tokio. En el 2019 conquistó la Copa NHK que inauguraba la instalación. ¿Le puede servir de referente?

Siempre es bueno tener buenos recuerdos y sensaciones acumuladas en todos aquellos lugares donde vas a remar, pero el canal ha cambiado mucho desde entonces. Hay modificaciones y en el momento en el que competimos en 2019 tuvimos pocas horas de entrenamiento. Ahora todos hemos acumulado el máximo número de horas para poder sacar el mayor rendimiento y la mayor información posible.

¿Es un canal que se adecua mejor a sus condiciones?

Es un tipo de canal que me gusta. Ahora se construyen estos canales con bloques artificiales que generan un tipo de movimientos concretos, cada canal tiene sus especificidades, y a mí este me gusta y me siento a gusto remando. ¿Si me va mejor o peor a mis condiciones?, tampoco creo que sea muy determinante, pero sí que es cierto que es un canal en el que se tiene que dar velocidad a la piragua, buscando los rincones concretos para aprovechar el máximo. Personalmente me encuentro cómoda.

Compite el día 28 y el 29, la final Núria Vilarrubla y el resto del equipo se instalan hoy en la Villa Olímpica y mañana tomarán parte en los entrenamientos oficiales en el Centro de Piragüismo de Kasai. Debutará el día 28 con las clasificatorias y para el 29 está programada la semifinal y la final de canoa.