DEPORTES
La vela da un nuevo bronce
Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez acaban terceros en la clase 470 y suman la décima medalla española en Tokio || El barcelonés consigue la primera medalla catalana en los Juegos
Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez conquistaron ayer el bronce en la clase 470 de vela en los Juegos Olímpicos, después de ser quintos en la Medal Race, donde defendieron la tercera posición en el cómputo global de regatas. En Enoshina, sede de la competición de vela, el barcelonés y el gallego lograron emular el bronce de Joan Cardona en la clase Finn.
Los representantes del equipo estatal firmaron una buena Medal Race, cumpliendo con lo que era necesario para retener la tercera plaza, una vez que se confirmó la imposibilidad de optar a la plata que ganaron los suecos Dahlberg y Bergstrom.
Quintos en la Medal Race, por detrás de Australia, Suecia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, Xammar y Rodríguez llegaron a ir terceros en las dos primeras de las cinco marcas de la regata final. Y pese a ser quintos, tuvieron controlada en todo momento a la embarcación de Nueva Zelanda, la única que podía arrebatarles el bronce.
Para ello, los neozelandeses Snow-Hansen y Willcox debían meter dos embarcaciones de por medio a la pareja estatal, y solo McNay y Hugues, la pareja estadounidense, logró superar al catalán y al gallego, que jugaron en todo momento con el control de la situación a su favor..
En la clasificación de 470, Xammar y Rodríguez sumaron 45 puntos, por los 41 puntos de la pareja sueca y ambas embarcaciones lejos de los 21 puntos que sumaron los australianos Belcher y Ryan, medalla de oro inalcanzable para el resto. La de ayer fue la segunda medalla olímpica para la vela española en estos Juegos, la vigésima primera de la historia olímpica y la décima en total para la delegación española en Tokio.
“Ha sido muy duro, no solo en la carrera, toda la campaña. Hace cuatro años estábamos los 15 del mundo y un camino cuesta arriba muy largo. No se veía el final. Pero nos íbamos a dormir creyendo que era posible. Después de todo, estar aquí es muy especial. Hemos visto que cuando se persigue algo y uno no se rinde, todo es posible”, aseguró Jordi Xammar, barcelonés de 27 años.
“Han sido cinco años sacrificando muchas cosas, con mucho sufrimiento también, porque el camino es bonito pero con sufrimiento. Una cosa que tengo muy presente es que podría no estar aquí, y estoy aquí”, celebró el gallego, de 30 años. “Después de la medalla me ha pasado por la cabeza que mi vida ha cambiado. Hace cinco años me iba a marchar a Holanda como odontólogo. Pero me metí en esta aventura sin dudarlo y terminar así mucho mejor”, señaló Nico Rodríguez.