Leyenda Craviotto

El piragüista leridano Saúl Craviotto (Lleida, 3 de noviembre de 1984), agrandó ayer su brillante palmarés olímpico para elevarse a la categoría de leyenda del deporte. Ganó en Tokio su quinta medalla en unos Juegos Olímpicos, con lo que se convierte en el deportista catalán con más metales y también el más laureado a nivel estatal, en este caso empatado con el gallego, y también piragüista, David Cal. Ningún deportista español tiene más medallas que ellos, aunque Saúl tiene un oro más. Cal se retiró con un oro y cuatro platas y Saúl tiene dos oros, dos platas y un bronce.

Craviotto, al frente de la embarcación del K4 500, junto con Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, se colgó la medalla de plata en esta modalidad, solo superados por Alemania. Esta plata supone para el leridano su quinto metal olímpico, en cuatro participaciones, en una brillante carrera que inició en Pekín 2008.

Craviotto ha conseguido, en sus cuatro JJOO, cinco medallas en las seis pruebas que ha disputado

En China se colgó su primera medalla olímpica y fue de oro. Lo hizo en la prueba del K2 500 junto a Carlos Pérez Rial “Perucho”. En su segunda cita olímpica, Londres 2012, volvió a subirse al podio para recoger en esta ocasión la medalla de plata en el K1 200. En los Juegos de Río 2016 ganó dos. Una de oro en el K2 200, en esta ocasión junto a Cristian Toro y volvió al podio dos días después para colgarse la de bronce en el K1 200.

Craviotto, que además fue el abanderado del equipo español en la ceremonia inaugural de Tokio, junto con Mireia Belmonte, llegaba por tanto a esta cita olímpica, la cuarta a sus 36 años, con un pleno. Cuatro medallas en cuatro pruebas. En Japón también doblaba, por lo que tenía la oportunidad de alcanzar seis medallas olímpicas. Sin embargo, la primera oportunidad se le escapó. Se clasificó para la final del K1 200 de hace dos días, pero finalizó séptimo, para llevarse un diploma olímpico.

Pero ayer, el K4 500 no falló. La embarcación de Craviotto, Cooper Walz, Arévalo y Germade, ya demostró que apuntaba a podio en la primera clasificatoria. Los cuatro palistas lograron el pase a la semifinal batiendo el récord olímpico, con un tiempo de 1:21.658.

Con estas credenciales, la semifinal de la madrugada del viernes al sábado debía ser un trámite y así fue. Participaban cinco embarcaciones y cuatro pasaban a la final. Su K4 fue primero y su gran rival, Alemania, ganó la otra semifinal.

En la final España salió bien y encabezó la carrera durante gran parte del recorrido, pero finalmente el oro fue para Alemania (1:22.219 ) y la plata para España (1:22.445). Eslovaquia ganó el bronce.

Esta fue la primera medalla de la jornada para España, la número 14, a las que siguieron las de plata en fútbol masculino y waterpolo femenino y la de bronce en balonmano masculino (más información en las páginas 28 y 29). Con 17 medallas, España iguala las conseguidas en Río 2016 y hoy aún opta a otra en waterpolo masculino. Con 18 igualaría las de Londres, pero aún lejos de las 22 ganadas en Barcelona’92.

El leridano afirma que “sería de locos no plantear ir a París 2024”

Aunque Saúl Craviotto, de 36 años, admitió que “ha sido un ciclo olímpico muy difícil”, tras ganar su quinta medalla en sus cuartos Juegos Olímpicos, no descartó participar en la próxima cita, París 2024. “¿Sí o no? Es un poco más compleja la respuesta. Necesito descansar cuerpo y mente, pero con un buen descanso, sería de locos no plantear ir a París. Está cerca y probablemente pueda luchar por ello. No lo sé, ya veremos”, dijo en rueda de prensa.

Tras no descartar ir a los que serían sus quintos Juegos, recordó que “empecé en Pekín 2008, tenía 23 años. Si me llegan a decir que voy a estar 12 o 13 años en la elite y manteniéndome así arriba, pues creo que es de lo que más orgulloso me siento”. Sobre haber igualado a David Cal dijo que “no me gusta ese enfoque de igualar a Cal. Yo pienso en mi día a día y en mis récords y en mis medallas. Para mí es un orgullo, más que las medallas, estar en cuatro Juegos”.