Plata en waterpolo

A las medallas de plata logradas por el K4 de piragüismo, con Saúl Craviotto a la cabeza, y del equipo de fútbol, que fue plata al perder ante Brasil, España sumó ayer otras dos preseas más, una que ya tenía asegurada en waterpolo femenino, pero faltaba saber el color, que finalmente fue de plata, y otra por la que luchaban los ‘Hispanos’ en balonmano, que finalmente pudieron despedir a una de sus leyendas, Raúl Entrerríos, con un bronce que sabe a oro.

La selección femenina de waterpolo no tuvo ninguna opción de luchar por un oro imposible. Perdió por un claro 5-14 ante la gran favorita, Estados Unidos, que ya había sido campeona en las dos anteriores citas olímpicas, Londres 2012 y Río 2016. Las ‘Guerreras del Agua’, con doce jugadoras catalanas, repitieron así la plata de la cita londinense, en la que la selección norteamericana fue también la verdugo de España por 8-5, y se quedaron a un paso de cerrar el círculo en su palmarés, en el que aún falta un oro olímpico que sumar a los logrados en el Europeo y el Campeonato del Mundo.

Raúl Entrerríos, que ahora pasará a formar parte del organigrama del Barça tras su retirada, fue clave. Un gol suyo a siete segundos del final certificó la victoria de España ante Egipto (33-31). Los ‘Hispanos’ no pudieron romper su techo olímpico, pero tampoco se bajaron de él para añadir un bronce más a los logrados en Atlanta’96, Sydney 2000 y Pekín 2008. En un duelo donde lo anímico juega un papel clave, volvieron a dejar claro que su ciclo ganador desde el disgusto de Rio 2016 no ha sido casualidad, aunque los egipcios también demostraron que su presencia en semifinales no fue casual.

Mechaal, quinto en la final olímpica del 1.500 más rápida de la historia

La penúltima jornada de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comenzó a las seis de la mañana en Sapporo con la salida del maratón femenino, que resultó ser el más lento de la historia debido al intenso calor y que ganó la keniana Peres Jepchirchir tras correr por el Parque Odori durante 2 horas, 27 minutos y 20 segundos. Elena Loyo, vigésima novena con 2h34:38, fue la mejor española, ocho puestos por delante de la barcelonesa Marta Galimany, mientras que Laura Méndez se retiró junto a otras trece atletas.

Ya por la noche en el Estadio Nacional de Tokio, Adel Mechaal ascendió al cuarto puesto del ránking español de todos los tiempos en 1.500 con un tiempo de 3:30.77 que le dio la quinta plaza en la final olímpica. Ignacio Fontes no pudo aguantar el ritmo y terminó decimotercero y último de una carrera ganada por el noruego de 20 años Jakob Ingebrigtsen, que batió el récord olímpico (3:28.32).