PIRAGÜISMO HOMENAJE
Craviotto vuelve a casa con honores de campeón
Saúl Craviotto, aclamado por familiares, amigos y vecinos en su regreso a Lleida tras ganar en Tokio su quinta medalla olímpica || “No lo esperaba y me hace muy feliz ver el cariño de la gente”
Saúl Craviotto regresó ayer a Lleida por primera vez desde que ganó la plata en el K4-500 en Tokio, lo que le convirtió en el deportista español con más medallas olímpicas, cinco, igualado con el también piragüista David Cal, aunque el leridano tiene dos de oro, por una del gallego. Saúl viajó desde Asturias con su esposa, Celia, y sus hijas, Valentina y Alejandra y al llegar al domicilio de sus padres, en el Secà de Sant Pere, se encontró con el recibimiento que se merece un campeón. Familiares, amigos, vecinos y compañeros piragüistas del Sícoris Club, le estaban esperando para aclamarle por su nuevo éxito en una cita olímpica.
Sus padres, Manuel Craviotto y Emma Rivero, junto a sus hermanas Cristina y Mireia, lo tenían todo preparado mientras la calle se iba llenando de gente que esperaba su llegada. No faltaba ni agua ni refrescos para que los asistentes a la bienvenida aplacaran su sed. Algo más de medio centenar de personas explotaron en aplausos al verlo llegar. Una pancarta de bienvenida, que había hecho su madre, presidía la fachada de la casa en la que se crió. “Es del barrio de toda la vida, como su familia”, explicaba José Carreiro, presidente de la Asociación de Vecinos del Secà.
“Estuvimos muy cerca del oro, pero estoy contento con la medalla. Los alemanes fueron mejores”
“La verdad es que no me lo esperaba. Me hace muy feliz ver el cariño que me demuestra la gente. Tenía ganas de venir a ver a mi familia. Estoy encantado cada vez que vengo a Lleida, aunque cambie el fresquito de Asturias por el calor de aquí”, bromeó. Saúl, ganador de un oro en Pekín 2008, una plata en Londres 2021 y un oro y un bronce en Río 2016, además de la citada plata en Tokio, confesó que no ha podido descansar mucho desde que acabaron los Juegos. “En Asturias ha sido una locura, muchos viajes, muchos actos... pero bendito agobio, porque eso es buena señal, quiere decir que hemos vuelto con una medalla”.
Sobre la opción que tuvo de ganar dos medallas en Japón –fue diploma en K1-200–, comentó que “por querer, claro que quería dos medallas... pero las opciones reales de medalla, la pruebas que nos habíamos preparado, era la del K4. El K1 no lo preparé y solo estar en la final ya es todo un logro”, añadió. Pese a no haberla preparado, quedó séptimo en la final, lo que le valió un diploma olímpico y mantiene la racha de ser finalista en las seis pruebas que ha disputado en unos Juegos.
Sí que quiso dar valor a la medalla de plata conseguida. “Estamos muy contentos con el resultado del K4. Estuvimos muy cerca de ganar la medalla de oro, pero el equipo alemán fueron mejores. A veces se gana y en otras no se puede ganar”, valoró el leridano. Ahora sí que espera descansar unos días en su ciudad, junto a su familia y sus amigos.