Desastre total del Lleida Esportiu

Un Lleida en caída libre encajó ayer su segunda derrota consecutiva en la Liga (3-0) ante un rival que hace tres temporadas jugaba en Regional, y que, en su histórico debut en la Segunda RFEF, aún no conocía la victoria, al igual que los de Gabri. Un Lleida desastroso mostró las mismas carencias que arrastra desde el arranque de competición, con excesivos regalos al rival atrás, demasiadas pérdidas en el centro del campo y mucha falta de puntería delante. Es decir, un desastre.

Ante un rival teóricamente asequible, solo en teoría, el Lleida pagó muy caro su mal inicio. Antes de los primeros cinco minutos de partido los animosos locales ya habían conseguido meter el miedo en el cuerpo a los azules, ayer de blanco. Vinicius, que hizo añicos la defensa del Esportiu, se plantó solo ante Ramon Vila que evitó el gol en una arriesgada salida (2’).

Damià Ramos (4’) cabeceó fuera sin oposición el primer córner contra el Lleida y el incombustible Ramon de la Espada aprovechó su primera ocasión (5’) para batir a Ramon Vila desde el segundo palo y tras un excelente servicio de Vinicius.

Gabri mandó calentar a Lamin (estuvo haciéndolo hasta el descanso) y pasó a una defensa de cuatro, con Yasser como pivote por delante de la defensa. El Lleida quiso reaccionar, pero no pudo, salvo en un centro-chut de Colau (11’) que paró bien Mingo y en una falta directa que Yasser (35’) mando fuera. El Andratx, animado por su escaso pero animoso público, reclamó un posible penalti a Vinicius (20’) que el árbitro no quiso señalar.

Tras el descanso se esperaba la reacción del Lleida, pero esta no llegó. Sobre todo porque a los dos minutos de la reanudación llegó el 2-0. Otro despiste defensivo permitió a Vinicius rematar a placer y el rechace en corto de Ramon Vila permitió a De la Espada situar el 2-0 (47’), que tal y como iban las cosas parecía ya insuperable para los leridanos. 

Gabri movió ficha y con Álvaro y Mejía dio la sensación de que el Lleida llegaba mucho más al área rival o, al menos, la pelota estaba más tiempo en la parcela de los locales. Pero esa mayor posesión no se tradujo en ocasiones ante un rival que se volvió conservador, sustituyendo a sus dos mejores hombres, Marcos de la Espada y Vinicius. Gaixas firmó el primer remate entre los tres palos del Lleida (49’), que Mingo detuvo bien y repitió parada en el tiempo añadido (90+2) a disparo de Lamin.

Entre ambos tiros, el Andratx sentenció el partido, si no lo estaba ya, con un tercer gol gracias a un penalti transformado por Guille Palmer, que había cometido Mejía después de escapársele por velocidad el recién ingresado Fernando. Fue un mal partido del Lleida Esportiu, que se hunde más en la clasificación y ya es el más goleado de la categoría. Malas sensaciones de cara al futuro.

Gabri. Un abatido técnico del Lleida asegura que siguen los mismos errores defensivos pero culpa a todo el equipo de esta situación

Gabri aseguró en la zona mixta de Sa Plana que “esta derrota nos hace daño, porque era un partido adecuado para estrenar nuestro casillero de victorias, pero no ha sido así. Nos han marcado muy pronto en los inicios de cada mitad y, aunque hemos tenido la pelota, no hemos sido capaces de enderezar el resultado. El 3-0 ya no ha importado”. A la hora de explicar el desaguisado se lamentó de que “seguimos repitiendo una y otra vez los mismos errores defensivos de siempre y eso nos condena”, aunque matizó que “la defensa no es la culpable. Se trata de errores colectivos”. También aseguró que “no hemos tocado fondo, pero es evidente que esto tiene que corregirse ya para evitar quedarnos descolgados. Evidentemente no es el inicio que queríamos tener en esta Liga y por eso tenemos que seguir trabajando, para recuperar resultados, y hay que hacerlo a partir del próximo partido, porque además lo jugamos en casa”..

Por su parte, los jugadores del Lleida entonaron el mea culpa. El portero Ramon Vila aseguró después del partido que “nos hicieron daño muy pronto y ya no supimos reaccionar”. Diego matizó que “quedan aún muchos partidos, pero no podemos conceder más a los rivales”. Roger Figueras apostó por una inmediata reacción a partir del próximo domingo, mientras pedía perdón a la afición”. Finalmente, Arnau Gaixas explicó que “todo lo que teníamos hablado se estropeó nada más salir, aunque no creo que fuese por falta de concentración y actitud. Simplemente los rivales saben como hacernos daño”.