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Otra debacle del Barça de Koeman, que naufraga en Lisboa y encaja una goleada ante el Benfica que puede suponer la sentencia para el técnico
Otra debacle del Barça de Koeman, que naufraga en Lisboa y encaja una goleada ante el Benfica que puede suponer la sentencia para el técnico || El equipo salió con 3 centrales y jugadores como Eric García, que fue expulsado, o Luuk de Jong acabaron señalados
El Benfica venció anoche al Barcelona por 3-0 en un encuentro en el que fue muy superior y en el que el delantero uruguayo Darwin Núñez hizo un doblete y amargó la noche de Champions a un Barça hundido y con su técnico Ronald Koeman más que nunca en la cuerda floja. Tras la disputa de la segunda jornada de una fase de grupos en la que es colista, el equipo azulgrana se complica mucho las cosas de cara a la clasificación para la siguiente fase. Los de Koeman ni siquiera dispararon entre los tres palos y no se sobrepusieron al gol inicial del conjunto portugués, que toma ventaja en el pulso por estar en octavos de final.
Más allá de esta debacle europea que se avecina, la involución en el juego de los de Koeman volvió a quedar patente en un partido que destruyó cualquier atisbo de esperanza para recuperarse. El aspecto que tiene este equipo táctica, física y anímicamente es horrible. Y es que Koeman ya empezó con mal pie en su planteamiento al volver al sistema de tres centrales repitiendo la alineación que perdió ante el Bayern con el único cambio obligado de Dest por el lesionado Jordi Alba. Además, Gavi, Mingueza, Nico y Coutinho desaparecieron de la alineación respecto a la del pasado domingo.
Fue sustituido a la media hora de juego por el joven Gavi por el temor a que viera una segunda amarilla
No pescaron puntos los azulgranas en el Estadio Da Luz, sino tres goles en contra. Los mismos que encajaron en el Camp Nou a manos del Bayern de Múnich, líder sólido del grupo con el Benfica como escudero. El Barça afrontaba casi una final, y la perdió sin dar una buena imagen y con varios señalados. Solo pudo sonreír ante el Levante, pero en Da Luz el Barça siguió con el modo ‘off’ y sin brillo ni gloria.
El conjunto barcelonista se topó con un partido adverso de inicio, como le sucedió en LaLiga Santander en casa contra el Granada, pero entonces salvó un empate ‘in extremis’. En Lisboa, en un Estadio Da Luz que empujó a su equipo, el equipo azulgrana intentó no demorar la remontada pero su buena reacción inicial se fue deshinchando. Y sin disparar a portería, con llegadas ineficaces, sin puntería. Al final, casi sin llegadas al área de Odysseas Vlachodimos.
La buena reacción inicial del Barça al primer gol en contra se disipó, en parte, por un cambio insólito como fue quitar a Gerard Piqué a la media hora de juego, amonestado y avisado de no tener más margen. Aún así, Ronald Koeman no cambió de sistema, yendo ya 1-0 abajo, y situó a Frenkie De Jong, que estaba siendo el mejor en la creación y en llegada, como tercer central.
Ahí el Barça se detuvo, perdió la buena inercia ofensiva que tenía y que había hecho que oliera, en varias ocasiones, el empate. Este no llegó, por la mala puntería de un Luuk De Jong que restó más que sumó y que fue uno de los cambios en la segunda parte.
Koeman optó, en el minuto 68, por un triple cambio dando entrada a la esperanza blaugrana Ansu Fati –que volvió tras larga lesión ante el Levante y con gol–, Coutinho y Nico por el citado Luuk De Jong, Pedri y Busquets. Una revolución que se topó con una traba nada más entrar.
Y es que el Benfica, que había inaugurado el marcador en el minuto 3 con una jugada individual aislada de Darwin Núñez, marchándose de Eric Garcia y batiendo por bajo, cruzado, a Ter Stegen, aumentó su ventaja con el gol de Rafa Silva. El delantero aprovechó el rechace de Ter Stegen para marcar, después de que el alemán disipara en primera acción el peligro desviando el disparo de Joao Mario.
El Barça iba de mal en peor, con unas sensaciones que para nada hacían presagiar una remontada, pese a que Ansu Fati y Memphis Depay conectaran bien en su primera acción estando juntos en el terreno de juego.
Pero el Benfica, en un penalti por mano de Sergiño Dest, encontró el 3-0 para sentenciar, en un doblete de Darwin Núñez. Se apagaba el faro que podía llevar al Barça a buen puerto.
El Estadio Da Luz solo iluminó, como era de esperar, a un Benfica que es el gran rival de este Barça para pasar la fase de grupos.
Desde la campaña 2000/01 el Barça no cae eliminado a las primeras de cambio. Pero también hacía 60 años que el Benfica no ganaba a los barcelonistas, y esto ya se ha dado.
Koeman, en su regreso a la que fue su casa llevando al Benfica a cuartos de la Champions en una única temporada, se quedó roto, cariacontecido en el banquillo. Había movido ficha, sin tener mucho más por poder hacer, justo antes de un 2-0 que lo cambió todo. El Barça intentó maquillar el resultado, pero en Europa está encajando goles de tres en tres.
Habrá que ver si llega el técnico neerlandés al tercer partido de esta fase de grupos que se le complica a un Barça que, en lo positivo, quiere ver que quedan cuatro partidos más. Para empezar, doble partido ante el Dinamo de Kiev. De momento, el Barça sigue sin salir de las sombras y sin mostrar un juego que ilusione. Esta vez, ni Ansu Fati, que necesita minutos y rodaje, ni el regreso tras lesión de Pedri pudieron maquillar lo que sin duda fue una muy mala noche barcelonista.
Los minutos finales, con Eric García retratado por ser demasiado blando y expulsado por doble amonestación, y el público coreando con olés las acciones de su equipo ante la impotencia azulgrana, fue el punto culminante de una tortura, que no parece que vaya a tener un final cercano.
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