LOS DETALLES
Empate ante un gran rival
El Llista sumó ayer un punto de aquellos que nada más terminar el partido saben a poco por cómo iba el marcador cuando dominaba por 6-4 avanzada la segunda parte, pero que luego se valora en su justa medida teniendo en cuenta la entidad del rival que había enfrente, un Noia que mantuvo su espíritu combativo hasta los últimos segundos.
Fue un partido espectacular, intenso –se prolongó durante casi dos horas–, y también por qué no decirlo, algo descontrolado en ocasiones, pero al final todo se explica y justifica por el afán de ambos equipos por buscar la portería contraria. No hubo tregua, los dos porteros se lucieron ante el gran número de ocasiones que se produjeron por ambas partes y aún así el abultado marcador explica perfectamente por que derroteros discurrió el duelo.
Nada hacía presagiar el desenlace que tendría el partido cuando a los 7 minutos el Llista ya ganaba por 2-0. Todo el protagonismo se lo llevó en esos primeros compases Oriol Vives, autor de ambos tantos, el segundo de ellos después de transformar un penalti.
Pero el Noia no había dicho aún su última palabra. El equipo de Sant Sadurní llegaba con un solo punto en su casillero tras un empate y una derrota. En este partido que perdió en casa ante el Manlleu faltó por lesión Jordi Bargalló, un veterano de 41 años que contagió de entusiasmo a los suyos. Junto a él, el joven Roc Pujadas, de tan solo 19 años, se encargaron de alcanzar el descanso con un 3-2 que dejaba las espadas en alto para la reanudación. Entre ambos goles visitantes, otro joven Sergi Duch, de 20 años, había conseguido el 3-1 para el Llista.
El segundo periodo empezó totalmente al contrario del primero. Fue el Noia, por mediación de Bargalló, el que golpeó primero y puso el 3-3 en el marcador. Sería el primero de sucesivos empates.
La igualdad en el marcador hacía justicia a un partido de fuerzas muy niveladas que, a pesar de numerosas paradas que hubo del juego, contaba con llegadas en ambas porterías.
En el minuto 29 Blai Roca logró detener la directa por cumplimiento del primer ciclo de faltas a Vives y se mantuvo la igualdad en el marcador hasta que el 35 Bruno Di Benedetto volvió a adelantar a los de Folguera con un disparo desde lejos. Poco después, el jugador internacional francés no pudo superar a Blai Roca en una falta directa donde intentó hacer un malabarismo que no le salió como esperaba, pero a continuación enmendó su error anotando el 5-3 aprovechando la superioridad numérica por la expulsión de Pujadas.
Xavi Costa acortó distancias inmediatamente, pero, sin tiempo para celebraciones, Sergi Duch logró su segundo tanto del partido para volver a poner dos goles de margen (6-4).
El partido se encontraba en una espiral de locura de goles y de emoción en ambas porterías..
El Llista pudo incluso ampliar su ventaja con una falta directa que Andreu Tomàs lanzó fuera (m.44). El Noia seguía insistiendo y, en un minuto mágico del visitante Eloi Mitjans, volvía a empatar el partido 6-6. El 6-5 lo consiguió con un disparo lejano y el 6-6 gracias a una falta directa.
A partir de aquí cualquier equipo podía haberse llevado la victoria. Sobre todo el Llista, que dispuso de varios uno contra uno con el portero del Noia que no fructificaron. Di Benedetto y Selva lo intentaron por arriba, pero sus remates se perdieron alto.
Al final, empate tras un partido espectacular que tuvo todos los ingredientes que hacen afición en el hockey sobre patines y la sensación de que el resultado hacía justicia a lo que se vio en la pista de Bell-lloc.