La grada del Camp d'Esports dictó sentencia

La grada del Camp d’Esports dictó sentencia tras los últimos acontecimientos vividos por el club con el registro policial del martes en las oficinas del Lleida Esportiu por presuntos delitos de fraude a la Seguridad Social y blanqueo de capitales, y mostraron su repulsa a los propietarios.

En un ambiente enrarecido, los escasos espectadores que acudieron al partido de la Copa Federación (no más de doscientos, en una de las peores entradas desde que se autorizó el retorno del público al Camp d’Esports tras la pandemia) se dedicaron a lanzar consignas y cánticos contra los hermanos Albert y Jordi Esteve solicitando su marcha, a la vez que mostraban su comunión con los jugadores a los que aplaudieron y jalearon pronunciando su nombre después de una buena acción durante el partido. 

Las consignas más coreadas fueron “Lleida sí, Esteves no”, “¿Donde están los Esteve?”, “Fora mafiosos del Camp d’Esports”, “Esteves fóra de Lleida” y “Esteve vete ya”.

Los representantes institucionales no acudieron al palco tras el registro policial al club

El presidente Jordi Esteve estuvo presente en el palco del Camp d’Esports junto a directivos del Ejea, teniendo que soportar la bronca destacando la ausencia de representantes institucionales tras el registro de la Guardia Civil al club. El concejal de deportes Ignasi Amor fue como un aficionado más y pagando su entrada.

El momento álgido de la protesta llegó en el minuto 54, coincidiendo con la decisión de Gabri de retirar del campo al canterano Toni Vicente para dar entrada a Quim Araujo.

Posteriormente, en la sala de prensa Gabri García, técnico del Lleida, reconoció el derecho del publico a expresar su opinión aunque, tras confesar que ni como jugador ni entrenador le había ocurrido algo similar, aseguró que “hay que darle un margen de confianza al club para que pueda solventar los problemas económicos que padece” y se mostró convencido de que “se solventarán en breve”.

Gabri reconoció también que ni la plantilla ni el cuerpo técnico, como ya publicó este diario, ha cobrado todavía pero que “lo hemos hablado mucho en el vestuario y lo más importante es permanecer unidos, ser una piña, y que estos problemas no nos distraigan de nuestros objetivos. No nos sentimos engañados por el club y, pese que el martes fue un día atípico, no ha afectado para nada el normal desarrollo del partido ante el Ejea”.

Por su parte, los jugadores también admitieron los impagos. Pedro Inglés dijo que “ tenemos confianza en la directiva para que solucione el tema lo antes posible”. Tanto él como Mejía y Modest Notario, hicieron hincapié en el hecho de que “el vestuario es una piña y procuramos aislarnos de lo que está sucediendo para centrarnos en el fútbol y en mejorar”.

Manifestación antes del partido de unos treinta seguidores

Antes del partido un grupo de unas treinta personas, la mayoría de ellas de la peña Rudes Lleida se manifestaron ante la fachada principal del Camp d’Esports en señal de protesta contra la dirigencia del club. Hubo también el lanzamiento de algunas bengalas, pero no se registraron mayores incidentes siempre con la presencia de Mossos d’Esquadra. La bronca contra las porpietarios subió de tono ya dentro del estadio durante el partido pidiendo que abandonen el club ante tantas irregularidades.

Debutó Enric Solano, canterano de 19 años

Dentro del ambiente enrarecido en el que se disputó esta segunda eliminatoria de la Copa RFEF, la nota positiva, al margen del resultado, fue el debut en el primer equipo del canterano Enric Solano(Lleida, 2002)que jugó los últimos cuatro minutos más los tres de añadido que decretó el árbitro. “Estoy en dinámica del filial pero estoy muy orgulloso de la opotunidad que me ha brindado Gabri. Espero seguir teniendo otras”, dijo.