LOS DETALLES
El Lleida pone fin a su buena racha en la Liga debido a su pésimo inicio ante el Formentera
El Lleida pone fin a su buena racha en la Liga debido a su pésimo inicio ante el Formentera, que marcó en la jugada del saque de centro || Otro error de concentración permitió a los locales sentenciar el partido antes del descanso, tras el gol del empate de Febas
Hasta ahora la historia (negra) del Lleida reflejaba que el gol más madrugador encajado por el equipo databa de la temporada 51-52 en San Mamés (10-0 ante el Athletic), cuando el gol de Zarra, antes del primer minuto de partido, pilló a Montserrat, entonces portero leridano, poniéndose los guantes. Pues bien, aunque ya no se trate de la UE Lleida (entonces UD Lérida) este (triste) recórd corresponderá al Esportiu de Gabri, tras recibir un gol en el Municipal de Formentera a los diez segundos de iniciado el choque y sin que ningún jugador azul llegase a tocar el balón. Sacó de centro el equipo local.
Gorriz, hijo del exjugador internacional de la Real Sociedad, peinó el balón y Iago lo mandó al palo largo salvando la estirada de Ramon Vila. Fue un mazazo que dejó muy tocado al Lleida, que acabaría perdiendo (2-1), poniendo así punto final a una racha de cuatro jornadas sin perder en la Liga. Los de Gabri vieron como los locales, en un inicio trepidante, acumulaban ocasiones con un gol anulado, por fuera de juego, a Gorriz (5’), un remate de Julen Ekiza (8’) que salió rozando el larguero y uno de Karim Elkounni (9’), que se fue fuera por poco.
Contra las cuerdas, el Lleida tuvo la fortuna de lograr la igualada a la siguiente jugada con una excelente acción del canterano Febas (10’), que acabaría siendo el mejor, y de largo, de los de Gabri.El Lleida no aprovechó la inercia del 1-1, salvo una falta directa lanzada por Neeskens (13’) que el portero local mandó a córner, y volvió a dejar la iniciativa al Formentera, que la tuvo con sendos remates de Theo (19’) y de Gorriz (31’), a los que respondió Ramon Vila con dos buenas intervenciones. Pero llegó la jugada clave del partido. Neeskens perdió un balón en ataque y se quedó en el suelo reclamando falta.
El Formentera inició la contra con una colada de Julen que se fue de Álvaro, que no reaccionó bien, y fusiló al portero leridano (2-1). Con el gol, Gabri reaccionó rápido y sustituyó a Álvaro para dar entrada a Yasser y pasar de jugar con defensa de cinco a otra de cuatro con el recién aparecido por delante de la línea defensiva. No hubo más novedades antes del descanso aunque la bronca de Gabri en el vestuario se oyó de puertas afuera.En la segunda parte, con un nuevo cambio del Lleida con David López en lugar de un desaparecido Alpha Bagayoko, propició que el Lleida tuviese la posesión ante un Formentera que jugó a que no pasara nada, con un fútbol trabado, lleno de faltas y fueras de banda que contradecía el marchoso himno local que, en su estribillo, destaca que “Formentera mai endarrera, sempre endavant”.
El Lleida, sí, tuvo la pelota, y ya con Sanku en el campo, presionó más en el área rival pero no tuvo nunca la opción de empatar, salvo en un buen remate de Sanku (84’) al que puso una buena mano Oscar Santiago. Una derrota que deja al equipo, otra vez, en la zona baja. Por primera vez en lo que llevamos de temporada, se pudo ver, una vez finalizado el partido, a un Gabri ciertamente molesto con su equipo.
“Creo que aunque lo pidamos, –ironizó el técnico de Sallent–, no conseguiremos que la Federación anule los partidos que se juegan a las doce dcel mediodía”. Gabri se refería a que ayer, en el Municipal de Formentera, como en el de hace unas semanas en Andratx, el Lleida había salido dormido, encajando un gol a las primeras de cambio. Eso hizo que antes del descanso realizase un cambio y que, preguntado por ello, y sin referirse explícitamente a Álvaro, sí que dejó caer que “cuando un entrenador ve que algo no le gusta o que no funciona como debía, ha de cambiar sin importar el minuto que sea.
Las cosas no estaban saliendo bien e hice el cambio porque había jugadores que no se estaban empleando con la intensidad debida. Y además me permitió modificar el sistema y pasar a jugar de cinco a cuatro defensas”. El entrenador azul no quiso excusarse en el hecho de haber jugado partido de Copa entre semana (el miércoles en Zaragoza) y añadió que “no estábamos cansados y además hice rotaciones en relación al equipo que jugó ante el Ebro”.
En la parte positiva, destacó la mejora del equipo en el segundo tiempo aunque matizó que “aunque tuvimos la posesión y jugamos siempre en su campo, no definimos”. Por su parte, los cuatro jugadores que el club puso a disposición de los medios en el postpartido, Quin Araujo, Joanet, Mejía y Arnau Gaixas, coincidieron en destacar que comenzaron muy mal y que sin darse cuenta ya tuvieron que ir a remolque los noventa minutos.
“Me duele ver al Lleida en esta situación”
El exjugador del Lleida, Luis Elcacho, que tiene su residencis fijada en Formentera como miembro del Consell Esportiu de la isla, acudió al Municipal, donde estuvo como entrenador cuatro temporadas, para presenciar el encuentro.
A preguntas de SEGRE respondió que “me duele mucho ver la situación en la que se encuentra el equipo a nivel económico e institucional, y me disgustaría que la situación no pudiese revertirse y el equipo no pudiese seguir en la competición, si la Federación finalmente lo acaba expulsando por impagos”.
Los de Gabri bajan hasta el puesto 13
Tras la derrota sufrida ayer en Formentera, el Lleida desciende en la clasificación hasta el puesto trece, con 10 puntos, después de un balance de dos victorias, cuatro empates y tres derrotas, en estas nueve primeras jornadas de Liga. El Lleida volverá a la competición liguera este próximo sábado ante el Espanyol B, en partido que se disputará en el Camp d’Esports a partir de las 17.00.
La siguiente salida será el domingo, día 12 de noviembre, en Cerdanyola del Vallés en idéntico horario, es decir a partir de las cinco de la tarde.
La odisea de viajar en el ferry a Formentera
El trayecto por mar entre Ibiza y Formentera siempre queda a expensas del buen tiempo y del estado del mar. El sábado la lluvia y el viento fueron protagonistas, al igual que el oleaje, que convirtió el trayecto en el ferry en toda una aventura.
El Lleida viajó el mismo domingo y el barco también se movió lo suyo y es de suponer que no influyó en el rendimiento en el césped, que acabó encharcado en muchas zonas del mismo, porque a los efectos de la tormenta del día anterior se unió el de los aspersores antes del partido y durante el descanso.