Imperdonable

Un gol de Iago Aspas en el último minuto del añadido culminó la remontada del Celta en Balaídos para empatar ante el Barcelona (3-3) un partido que perdía por tres goles en el descanso, tras una primera parte de enorme pegada del conjunto azulgrana, que acabó acusando las bajas por lesión de Ansu Fati, Eric García y Nico González.

La baja del canterano fue clave en el bajón del equipo, que fue inoperante en ataque tras el descanso

Sergi Barjuan mantuvo en su despedida el equipo que había ganado en Kiev. Necesitó poco para someter al Celta durante el primer tiempo, un equipo ausente, irreconocible, pese a que a los dos minutos Aspas falló solo ante Ter Stegen. Respondió de inmediato el Barcelona.

Dos aproximaciones, dos goles. Sin tener un dominio pleno, su pegada, esta vez, fue demoledora. En una acción mal defendida por la defensa local, Ansu Fati sacó un botín grandioso.

Recogió un pase de Jordi Alba, se plantó ante Hugo Mallo y, también con Tapia delante, sacó un tiro seco que sorprendió a Dituro.La siguiente ocasión también fue letal. Nico González, de los mejores hasta que tuvo que salir lesionado, regateó a Denis Suárez, se fue hasta la línea de fondo, pasó el balón hacia atrás y desde fuera del área Busquets marcó un golazo. Dos lanzamientos, dos tantos.

El Barcelona se acomodó bien al guión del partido. Con espacios entre las líneas, pudo moverse con soltura, en especial un Ansu Fati que volvió a intentarlo mediada la primera mitad, aunque esta vez sin fortuna. El Celta mostró su peor versión en ataque.

Nula profundidad, poco desborde, escasa pegada.La falta de puntería celeste contrastó con la eficacia azulgana. En una jugada de tiralíneas, hilada a la perfección desde atrás con varios pases cortos, con la jerarquía de Nico González para desequilibrar, Memphis cabeceó un centro medido de Jordi Alba. Ese tercer gol fue un relámpago que deslumbró Balaídos en un primer tiempo brillante del Barcelona, solo manchado por la lesión muscular de Ansu Fati, cuya ausencia notaría, y mucho, el cuadro de Sergi Barjuan.El Celta abrió la segunda mitad con otro ritmo, un equipo más vivo, veloz, mucho más vertical.

Tapia avisó a los dos minutos con un peligroso disparo que frenó Lenglet. Poco después, en un ataque celeste vertiginoso, el balón llegó hasta la izquierda, por donde apareció Javi Galán: chutó con fuerza, Ter Stegen despejó mal y Aspas aprovechó el regalo para marcar. Esa intensidad inicial del equipo de Eduardo Coudet flaqueó, pese a que siguió dominando.

Se apoderó de la pelota, puso en problemas al Barcelona, pero no creó mucho peligro. El conjunto azulgrana se desinfló sin Ansu Fati y sin Nico González, también lesionado. Volvió a apretar el Celta.

Galhardo pidió penalti de Mingueza y el árbitro anuló por mano clara un gol de Nolito. La resistencia visitante se quebró con un centro de Cervi que cabeceó a gol Nolito superada la media hora de la segunda mitad.El Barça reaccionó a ese gol y se aproximó a la portería gallega con un tiro lejano de Riqui Puig y con un disparo al travesaño de De Jong. El Celta, con fe pero con menos frescura, mantuvo su plan de ir a por el tercer tanto, encerrando al rival, con disparos de Araujo, de Javi Galán y uno final de Aspas desde fuera del área en el último suspiro para empatar el partido y dejar tocado a un Barça que espera resucitar con la llegada de Xavi Hernández.

El Barça ya suma 10 lesionados con Fati, Nico y EricAyer cayeron Ansu Fati, con una lesión en los isquiotibiales de la pierna izquierda; Eric Garcia, con molestias en el sóleo derecho, y Nico, con un dolor en el abductor derecho. Siguen de baja Sergi Roberto, Dest, Piqué, Pedri, Dembélé, Braithwaite y Agüero. Neto fue baja ayer por una gripe.

Sergi dice que “jugamos con niños” y no aclara si Coutinho se negó a salir a jugarSergi Barjuan confesó la dificultad que supone las muchas lesiones del equipo, una situación que calificó de “extraña” y un “problema grande” que tendrá que afrontar el nuevo técnico Xavi Hernández. “No es una excusa, pero en cada partido caen jugadores”, explicó nada más comenzar su última rueda de prensa como entrenador del primer equipo del Barça, tras hacerse oficial ayer la llegada de Xavi. Sobre el cambio de guión tras el descanso, comentó que “en la segunda final nos hemos encerrado demasiado”, y añadió que “los que han salido no sabían muy buen cómo situarse”.No coincidió con De Jong, que había dicho que faltó ‘personalidad’, porque “si miras la plantilla, jugamos con niños y es cierto que hacer la guerra por separado es difícil.

No es una cuestión de jóvenes y veteranos. Es difícil hacer esa valoración cuando ves que faltan tantos jugadores. Si están todos, el entrenamiento es mejor, todos quieren jugar.

Vamos con piezas contadas”, dijo Sergi, que añadió: “Nos tenemos que quedar con la idea de la primera parte”.Preguntado por la actitud de Coutinho, que supuestamente se habría negado a salir al campo, Sergi Barjuan negó ser conocedor de ello. “No me he fijado en nada de eso. No estoy pendiente del banquillo, sino de los que juegan.

En diez días he intentado que todos tuviesen algo de ‘feeling’ conmigo, está claro que los que no juegan tienen menos. He tomado decisiones y Coutinho no ha jugado”, sentenció.