El Força Lleida suma la sexta victoria tras ganar al Valladolid en un final de infarto

El ICG Força Lleida también sabe ganar aun no jugando bien, como ayer, en un partido en el que arrancó enchufado pero que no mantuvo ni la solidez ni la regularidad de hace cinco días en Cáceres. Pese a ello y a un arbitraje nefasto, con tres técnicas seguidas en el último cuarto, el equipo de Gerard Encuentra acabó tirando de épica y pundonor para derrotar al Valladolid (75-71) y alargar su buena racha de resultados. El Força Lleida salió muy intenso al partido y en apenas dos minutos desarboló a su rival con un parcial de 9-1, con siete puntos consecutivos de Hughes, incluido un triple.

Los leridanos cerraban su rebote y movían la bola con fluidez buscando la mejor opción ofensiva, pero ahí se atascó el ICG Lleida y la pájara le duró toda la primera mitad. El Valladolid, que lo había fallado todo hasta ese momento, empezó a recuperarse con acciones en la zona de De la Fuente y Pippen y, sobre todo, con los triples de Puidet. El estonio, que hasta ayer tenía una media por partido de solo 5 puntos, se vino arriba y encadenó tres canastas desde 6,75 que permitieron a los vallisoletanos llegar al final del primer cuarto con una ventaja de cuatro puntos (17-21).

El acierto visitante en el triple contrastaba con el paupérrimo 1 de 7 de los leridanos, que tampoco sacaban provecho de su mayor dominio bajo el aro, exhibiendo un juego previsible e impreciso. La sequía anotadora local siguió al inicio del segundo asalto. Dos minutos y medio tardó el equipo de Encuentra en puntuar, y lo hizo un González desconectado en ataque.

El Valladolid, muy sólido atrás y certero delante, fue incrementando su cuenta. Una jugada de 2+1 de Wintering y el cuarto triple sin fallo de Buidet elevaron la desventaja hasta los 8 puntos (24-32, m.16), obligando a Encuentra a parar el partido porque se le iba de las manos. No es que mejorase mucho la imagen del equipo a la vuelta del tiempo muerto, pero al menos evitó que la herida fuera aún mayor.

Un triple postrero de Hughes, el más entonado hasta ese momento, sirvió para llegar más que vivos al descanso (34-38), aunque con unas sensaciones nada halagüeñas.El ICG Lleida volvió a salir con los cinco sentidos puestos en el partido y en un abrir y cerrar de ojos le dio la vuelta al marcador con un parcial de 7-0, con Schreiner ejerciendo de líder, primero asistiendo a Hughes y Kavas para igualar el marcador y luego, anotando tres tiros libres que volvían a poner en ventaja a su equipo (41-38, m.22). Pero el buen juego duró eso, dos minutos, ya que los de Encuentra volvieron a las andadas. De hecho, el técnico tuvo que volver a parar el partido a tres minutos del final del tercer periodo porque los pucelanos se habían vuelto a escapar de siete puntos (46-53). Un triple nada más reanudarse el partido de Miguel González, el primero de su cuenta, sirvió para apagar el conato de incendio y fue el detonante para que el Lleida cerrara el cuarto con tres puntos arriba (56-53) tras completar un parcial final de 10-0.

En el inicio del último asalto la situación aún se le puso más de cara a los leridanos, con cinco puntos consecutivos de Lafuente, incluido un triple, para recuperar la máxima de 8 puntos que había tenido en el arranque de partido (61-53). Roberto González paró el partido y este se revolucionó, no por sus instrucciones, sino por la actuación arbitral. Dos técnicas seguidas al ICG Lleida, primero a Fall, que era la quinta, y después a Carrera, ambos por protestar, sembraron el caos en el equipo de un enojado Encuentra, que se quitó la americana y la tiró al suelo con rabia. No tardaron los árbitros en señalar una tercera técnica, ahora al entrenador.

El Valladolid supo sacar provecho y firmó un parcial de 0-9 que le dio el mando del partido (61-62), que Hughes recuperó con un triple (64-62). Los últimos tres minutos fueron una batalla de nervios. El Força Lleida logró de nuevo 4 puntos de renta con otro triple de Schreiner sobre la bocina del final de la posesión, que Buidet contrarrestó con otro afortunado a tabla (69-68). Dos tiros libres de Hughes y una canasta de dos de Carrera, asumiendo la responsabilidad, parecieron cerrar el partido a falta de 25 segundos (73-68), pero otro triple de Buidet puso más emoción (73-71). Al final dos libres de Schreiner y un tapón de Badji en el último ataque visitante acabaron certificando la sexta victoria del curso para un Força Lleida que puede con todo.