El ICG pone en jaque al Granada pero no consigue remontar

El ICG Força Lleida puso en jaque ayer a uno de los aspirantes al ascenso a la ACB, un Granada que acabó pidiendo la hora después de que los de Gerard Encuentra, pletóricos de fe y sin descomponerse en ningún momento, casi levantan 21 puntos de desventaja en una gran segunda mitad. Decisiones arbitrales discutibles, los errores en el tiro libre –la gran laguna este año del equipo– y, sobre todo, un descomunal Lluís Costa, que acabó con 35 puntos, 26 de ellos solo en la primera mitad, fueron las claves de la tercera derrota de los leridanos en este curso, la segunda a domicilio (94-84). El primer cuarto fue una auténtica pesadilla para el Força Lleida, incapaz de parar la avalancha ofensiva de un Granada que tuvo a Lluís Costa en estado de gracia.

El base de Sant Just Desvern vio el aro como una auténtica piscina olímpica. En poco más de cuatro minutos anotó 16 puntos, con una serie de 4 de 4 en triples, que puso el partido en clara ventaja para los nazaríes (19-11). El equipo de Gerard Encuentra, que había arrancado con una zona 2-3, tuvo que variar su esquema, pero ni con esas mejoró.

Para más desgracia, Carrera pidió el cambio al sufrir un pequeño esguince a los tres minutos de juego, aunque pudo volver a jugar. Pablo Pin dio descanso a Costa pero Bropleh cogió el testigo y con cinco puntos seguidos, más dos de Pere Tomàs y un triple final de Elissor dejaron el partido muy cuesta arriba al final de un primer cuarto (31-18) para olvidar de los leridanos, que fueron excesivamente blandos en defensa y eso les costó caro.Al inicio del segundo cuarto la situación aún fue a peor, ya que dos jugadas de 2+1 de los nazaríes, de Martínez y Gatell, hicieron que la diferencia creciera hasta los 19 puntos (39-20). Pero apareció Carrera, ya recuperado, y unido a que el acierto local disminuyó, el marcador se fue ajustando.

Un parcial de 2-10 obligó al técnico local a parar el partido (41-30), pero un triple de Schreiner nada más reanudarse el partido y un tiro libre de Carrera aún puso más cerca a los leridanos de su rival (41-34, m.15).Pero todo se acabó con el regreso a pista de Lluís Costa. El base barcelonés enchufó diez puntos seguidos y su equipo llegó al descanso dominando por 14 (55-41), con él firmando 26 tantos y la friolera de 33 de valoración al descanso, una auténtica barbaridad. Pero es que el espectáculo del de Sant Just Desvern no se quedó ahí, sino que siguió a la vuelta de los vestuarios.

Suyo fue el triple, el quinto de la tarde, que establecía la máxima renta hasta ese momento (60-41). Encuentra tuvo que pedir tiempo en el ecuador del tercer periodo porque el Granada seguía 20 arriba (67-47). La aparición de Shaquille Cleare, que se hizo grande en la zona para firmar ocho puntos sin error, despertó a los leridanos, que después de muchos minutos bajaban de la barrera de los diez puntos (74-66) al final del tercer periodo.

En el arranque del último asalto los nervios se apoderaron de la afición local, que veía como el ICG Lleida se situaba a solo cuatro puntos tras otra canasta de Shaq y dos tiros libres de Hughes (74-70).El bahameño fue sancionado con una antideportiva inexistente y el Granada, gracias a Bropleh, se recuperó (80-70). Pero el Força Lleida no se descompuso. Pese a los errores en los tiros libres (falló cinco en el tramo final, diez en todo el partido), llegó a situarse a tan solo tres puntos (87-84) con dos minutos aún por jugarse, pero no pudo culminar una remontada que hubiera sido histórica.

Aunque el equipo llegó con opciones hasta el final, Gerard Encuentra no acabó muy contento con su equipo, especialmente por su juego durante la primera mitad y parte de la segunda. “Es fácil analizar nuestra derrota. Los primeros 25 minutos que hemos hecho defensivos no nos sirven para ganar a ningún equipo, y menos a uno como el Granada.

Hemos estado a un nivel muy por debajo de lo que estábamos trabajando. A partir del tercer cuarto nos hemos puesto más atrás, más duros, a proteger más nuestra canasta, a no conceder rebotes, y hemos subido un poco el acierto a partir de mover el balón, que en la primera parte al primer pase ya intentábamos meterla, y así es muy complicado mover las defensas”, señaló. Encuentra vio a otro equipo: “Cuando hemos conseguido hacer nuestro juego hemos entrado en el partido.

Hasta el último minuto hemos estado ahí, y situaciones puntuales como fallar tiros libres, algún rebote importante que nos han cogido o alguna decisión rigurosa han hecho que al final nos quedásemos sin opciones”, apuntó.El técnico leridano explicó por qué empezó defendiendo en zona. “Queríamos sorprender, porque sabíamos que el Granada juega muy cómodo en su pista y queríamos ver si así conseguíamos disminuir el ritmo de juego que tienen. Han estado muy acertados, pero también por nuestro flojo nivel defensivo.

Hemos hecho 4 o 5 defensas zonales de inicio y hemos pasado a individual, pero han seguido metiendo una barbaridad. También felicitar a Lluís Costa porque ha hecho un partidazo, ha dominado el ritmo de partido y creo que ha sido clave en la primera parte”, sentenció.El técnico granadino, Pablo Pin, reconoció que “al principio nuestro acierto ha estado muy por encima de lo normal y ha hecho que nos distanciáramos en el marcador, para lo que lo que teníamos previsto, demasiado, porque no esperábamos esta diferencia. Lleida este año es un equipo muy sólido fuera de casa. A día de hoy ha sido el rival más difícil que hemos tenido. No es un equipo de descenso, sino de play off”, apuntó.