Las carreras populares, en jaque

Algunas de las carreras populares que cada año se celebran en Lleida ciudad corren el riesgo de desaparecer después de que la Paeria haya comenzado a cobrar la nueva tasa por el servicio que prestan los agentes de la Guardia Urbana para regular el tráfico durante la celebración de las mismas. La nueva ordenanza fiscal, aprobada hace un año pero que quedó en suspenso por la pandemia, se ha comenzado a aplicar y su primera “víctima” ha sido la Mitja Marató de Lleida, disputada hace un par de semanas bajo la organización del Club Esportiu Ekke, que también se encarga de la Cursa Templers y la Sant Silvestre. El precio fijado es de 35,40 euros por hora y agente, una cifra que se incrementa en un 50% cuando los servicios se hagan entre las 20.00 y las 24.00 horas y un 100% entre la medianoche y las 8.00 horas.

El CE Ekke recibió la notificación de que se le aplicaría la tasa una semana antes de la disputa de la Mitja Marató, lo que provocó que por momentos la prueba estuviera suspendida. “El lunes de aquella semana estaba suspendida, aunque al final decidimos tirarla adelante porque teníamos todo el material comprado y no podíamos hacer nada con él”, señaló Iván Espílez, uno de los responsables de la organización. “Inicialmente nos querían cobrar seis horas, que es lo que cobran por convenio la Guardia Urbana –suponía más de 12.000 euros–, pero al final hemos conseguido que fueran solo tres, que sube a unos 5.700 euros, una cifra que nos ha provocado unas pérdidas importantes”, dijo.

Espílez también aseguró que la Sant Silvestre está ahora mismo “en el aire” y reconoció que “la única solución es buscar un patrocinador extra o incrementar el precio de las inscripciones”. También lo ve así Ernest Capdevila, uno de los responsables de la Cursa Bombers, la más multitudinaria de Lleida. “Será cuestión de encontrar un patrocinador más o reducir los obsequios”, apuntó.

Ignasi Boya, de la Cursa Sant Miquel, que se disputa entre La Bordeta y Magraners, comentó qué “tendremos que replantearnos el futuro porque es algo que no podemos asumir, salvo que repercutamos la tasa en los corredores”. Ester Tort, de GoGoGo Runners, que organiza la Cursa de la Dona y la Night Run, lo tiene claro. “La Cursa de la Dona la haremos porque la tenemos abierta desde poco antes de que estallara la pandemia, pero a partir de aquí veremos.

En ningún sitio se cobra y los valores son desorbitados. No es asumible porque no son carreras multitudinarias”, dijo. Joan Moraño, organizador de la mítica Pujada a la Seu Vella, se mostró muy crítico.

“No encuentro nada bien que nos hagan pagar esta tasa; suficientes cosas ya tenemos que afrontar. Si no rectifican se van a cargar muchas carreras”, advirtió.