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DEPORTES

Espectáculo surrealista en el Camp d'Esports

El club decide jugar con el Brea sin público y algunos jugadores reconocen que se plantearon no saltar al campo || No funcionaron ni el marcador ni el cronómetro ni la megafonía

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.JORDI ECHEVARRÍA

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La plantilla del Lleida Esportiu cerró el año venciendo al Brea (1-0) y al nuevo despropósito de los hermanos Esteve, propietarios del club, que decidieron de forma unilateral que el partido se jugase a puerta cerrada alegando que no podían garantizar la seguridad, algo que además comunicaron solo cinco horas antes del inicio. Un gol de penalti en el último minuto transformado por Quim Araujo llevó la felicidad a los jugadores y a los aficionados que lograron acceder al Camp d’Esports, escenificando unidos en una piña su repulsa a la directiva. El esperpento vivido superó incluso al de los dos anteriores partidos en los que no había controles de acceso ni seguridad en el estadio.

El anuncio del Lleida que se jugaría a puerta cerrada cogió por sorpresa a los jugadores y aficionados locales y también a los seguidores aragoneses, que en algunos casos habían reservado hotel para hacer más llevadero el desplazamiento. El propio Brea, en otro comunicado, lamentó haber tenido que enterarse de esta decisión unilateral del Lleida a través de las redes sociales. Además de lamentar la situación, la directiva aragonesa mostró su apoyo a los aficionados locales por “los momentos tan difíciles y complicados que les está tocando vivir”. La Paeria también emitió otra nota en la que hacía responsable de la decision al Lleida y volvió a “lamentar la imagen dada por el club delante de la ciudad, sus aficionados y ante el club rival y sus seguidores”. Finalmente, la plantilla del primer equipo y el cuerpo técnico, también expresaron su opinión en otro comunicado en el que se mostraban en total desacuerdo por tener que jugar a puerta cerrada aunque al final pudieron entrar los aficionados de ambos equipos.

Además, añadieron que se desvinculan de la gestión llevada a cabo por el club porque “consideramos que a día de hoy no nos representa. El escudo y la entidad están por encima de sus dirigentes”. Dentro del Camp d’Esports, mientras los espectadores intentaban encontrar un medio para poder entrar, se podía observar una nueva muestra de desidia por parte de los responsables del club. Suciedad en suelo y sillas aparte, no se usó el marcador, ni el cronómetro, ni tampoco la megafonía por lo que tampoco pudo escucharse, por segunda vez en menos de un mes, el himno del club que acompaña siempre a los jugadores cuando saltan al césped. Tampoco hubo seguridad en el exterior del campo porque un par de dotaciones de los Mossos se marcharon antes del partido, aunque regresaron en la primera mitad y entraron para irse en el descanso, y un par de coches de la Guardia Urbana dieron un par de vueltas de inspección antes y después de finalizado el partido

Plantilla y aficionados que entraron, celebraron unidos el triunfo y mostraron su rechazo a los propietarios

Tras concluir el partido, volvieron a encenderse bengalas en la grada sin consecuencias

Tras la finalización del partido, y con la sala de prensa del Camp d’Esports cerrada, los cuatro capitanes del club, Quim Araujo, Víctor Vidal, Toni Vicente y Roger Figueras, comparecieron ante los medios de comuniación en la calle –Gabri, esta vez, no estuvo presente– para dar a conocer la opinión de la plantilla sobre lo sucedido en las últimas horas.

Quim Araujo explicó que “lo vivido en las últimas horas ha sido de un surrealismo total. Cuando estábamos pensando en el partido, llegó el comunicado del club anunciando que se jugaría a puerta cerrada. Nos ha dejado en estado de shock y hemos tenido que hacer un esfuerzo notable para volver a meternos en el partido”.

Araujo, que confirmó que no ha habido novedades en el tema de los impagos, destacó que “antes de jugar, analizamos todas las opciones, incluso la de no disputar el partido, pero al final se impuso la cordura porque a veces no se hace lo que uno quiere, sino lo que uno debe”. Araujo, que pidió publicamente perdón a la gente del Brea por lo que calificó de “lamentable espectáculo”, reconoció que “cuando vimos aparecer a nuestro público en la grada de Lateral, nos emocionó porque el apoyo de los aficionados siempre nos da un plus de motivación”. El capitán del Lleida pidió al 2022 que “podamos seguir jugando y que la situación mejore con estas u otras personas, que todos cobremos lo que nos pertenece y podamos centrarnos únicamente en el fútbol que, en realidad, es lo que más nos importa”. Sin embargo, reconoció que, visto lo visto, la gestión de los actuales propietarios del club solo la podría solucionar un “verdadero milagro”.

Víctor Vidal, otro de los capitanes del equipo, dijo sobre la decisión del club de disputar el partido a puerta cerrada que “privarnos de ser el Lleida no tiene ningún sentido. Nosotros necesitamos el calor del público, el himno, las gradas llenas, llevar el escudo en nuestra camiseta con orgullo”. En términos parecidos se expresó Toni Vicente mientras que Roger Figueras apostilló que “ya nos habían advertido de cómo podían estar las cosas aquí, pero jamás nos pensamos que estarían tan mal”.

Un penalti transformado por Quim Araujo en el minuto 89 permitió al Lleida despedir el 2021 con su tercera victoria consecutiva ante un defensivo Brea (1-0) que no inquietó nunca a Ramon Vila salvo en una falta lanzada por Roy (91’), que el portero azul despejó a córner. Los de Gabri, que llevaron siempre la iniciativa, no jugaron un gran partido, sin duda desbordados por la serie de acontecimientos extradeportivos de las últimas horas y ayudados por el frío reinante y el mal estado del terreno de juego. De hecho, en todo el primer tiempo, el conjunto leridano solo gozó de una ocasión clara de gol en un remate de Febas (9’), que ayer celebraba su cumpleaños, que detuvo bien Alex Lázaro.

En el segundo tiempo, Gabri adelantó a Neeskens al centro del campo y el Lleida acrecentó su dominio, aunque lo desperdició con demasiados centros laterales que nunca encontraban rematador o acababan despejados por la defensa aragonesa. De hecho, Neeskens (58’) tuvo el gol pero el portero despejó su remate a saque de esquina. Luego, cuando el 0-0 parecía ya inamovible, llegó el penalti de Cano a Yasser, y la victoria con la transformación de Araujo.

La Comisión Mixta de la AFE se reúne esta semana

Aunque la plantilla del Lleida Esportiu no volverá a los entrenamientos hasta el próximo día 27 por la tarde, los capitanes del equipo estarán en permanente contacto con la AFE porque la Comisión Mixta se reunirá a partir de mañana para estudiar las denuncias presentadas por los jugadores como consecuencia de los impagos por parte de los propietarios de la entidad y también por el tema de las copias de los contratos que aún no han recibido.

El cuerpo técnico protestó saliendo tarde al campo

Gabri, que esta vez no compareció ante los medios de comunicación, protagonizó acompañado de su staff técnico su protesta particular ante los últimos acontecimientos por los que está atravesando el club, que consistió en sentarse en el banquillo cuando ya había comenzado el partido ante el Brea. El entrenador leridano y los suyos salieron al Camp d’Esports cuando ya se llevaban jugados cerca de cinco minutos.

Eso sí, estuvieron pendientes de lo que sucedía desde el túnel de vestuarios.

Los aficionados entraron por la grada de Lateral

Desde una hora antes del inicio del partido, una treintena de aficionados del Lleida Esportiu se congregaron ante la puerta 4 para intentar acceder al Camp d’Esports, cosa que no consiguieron en un principio. Víctor Vidal, uno de los capitanes del equipo, apareció un momento para tranquilizarlos y asegurarles que haría una gestión para ver si podrían facilitarles la entrada.

En idénticas circunstancias se encontraron, poco después, esposas, novias y familiares de los jugadores. Mientras las redes sociales “ardían” por lo que estaba sucediendo en los alrededores del campo, los aficionados se desplazaron por el Velòdrom hacia la tribuna lateral donde, al fin, y cuando los jugadores ya saltaban al campo, ocuparon las localidades de la zona baja. De hecho, el equipo se hizo la tradicional foto en formación de cara a la Lateral y dando la espalda a la Tribuna y al palco que volvió a estar vacío. Con los gritos en contra de los hermanos Albert y Jordi Esteve, propietarios del club, como viene siendo habitual esta temporada, el partido discurrió con completa normalidad y, una vez finalizado, no hubo invasión de campo, ya que fueron los jugadores los que se desplazaron para abrazarse con ellos.

Eso sí, se encendieron tres bengalas sin mayores consecuencias.

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.JORDI ECHEVARRÍA

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.

El Lleida duerme en la zona media. Con su victoria, los de Gabri llegan a una zona más tranquila aunque con la jornada incompleta.JORDI ECHEVARRÍA

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