Un año decisivo para el AEM

El pasado verano, la Federación Española de Fútbol (RFEF) reestructuró el fútbol masculino con la desaparición de la Segunda B como categoría intermedia entre Segunda y Tercera y la creación de dos categorías nuevas, la Primera RFEF y la Segunda RFEF, donde milita actualmente el Lleida Esportiu. Y este próximo verano será el turno del fútbol femenino. La Segunda División –Reto Iberdrola por motivos de patrocinio–, donde milita el AEM, pasará de tener dos grupos de 16 equipos a uno solo y se creará una categoría entre esta y Nacional, la Tercera División, que tendrá el formato de la actual Segunda (dos grupos de 16).

Eso representará que, de los 32 equipos que ahora mismo juegan en la antesala de la élite del fútbol femenino estatal, la mitad dejará de hacerlo la próxima temporada. Y esta escabechina hace que la clasificación de la Liga sea un pañuelo: el primer clasificado en cada uno de los dos grupos subirá directamente a Primera –ahora mismo, Deportivo de La Coruña en el Grupo Norte y Alhama en el Grupo Sur–; el segundo, tercer, cuarto y quinto clasificado conseguirán la permanencia directa en la nueva Segunda –Levante Las Planas, Logroño, AEM y Espanyol en el Grupo Norte, y Juan Grande, Granadilla B, Cacereño y Granada en el Grupo Sur–; el sexto, séptimo, octavo, noveno, décimo y undécimo de cada uno de los grupos se emparejarán con los del otro grupo y disputarán una eliminatoria a partido único, de la cual los seis vencedores se quedarán en la nueva Segunda y los seis perdedores pasarán a la nueva Tercera; el duodécimo, el decimotercero y el decimocuarto irán directamente a la nueva Tercera; y el decimoquinto y decimosexto bajarán a Nacional, lo cual supone, a efectos prácticos y de esta reestructuración, perder dos categorías.Tras las primeras doce jornadas –restan tres para acabar la primera vuelta– el AEM lleva unas cifras espectaculares: 25 puntos fruto de 8 victorias, un empate y solamente tres derrotas, contra el líder Deportivo, el Barça B y el Osasuna. En la cuarta posición empatado con el recién descendido Espanyol, ahora mismo las leridanas conseguirían la permanencia directa, pero en el Recasens son conscientes de la dificultad que tendrá mantener esta plaza en los 18 partidos que restan, y más teniendo en cuenta que por detrás de las azules están grandes equipos como Osasuna, que se quedó a un punto de subir el año pasado, el Oviedo o el Barça B, además, del Zaragoza, el Athletic B o el Atlético B.Si ello no fuera posible, tendría que disputar la eliminatoria para tratar de ser equipo de la nueva Segunda la próxima temporada y evitar el descenso.

Esta enfrentaría al sexto de un grupo contra el undécimo del otro, al séptimo contra el décimo y al octavo contra el noveno, siempre en el campo del mejor clasificado. Por lo tanto, si el AEM quedará sexto, séptimo u octavo, se jugaría la permanencia en casa contra el noveno, el décimo o el undécimo del grupo Sur –que ahora mismo son el Femarguín, el Tacuense y el Castellón, respectivamente–.El AEM llegó a la segunda categoría estatal en 2013. Entonces era la Nacional, de 7 grupos, que actualmente es la tercera categoría.

Las azules salieron indemnes de la última reestructuración, cuando en 2019 la RFEF creó la actual Segunda de dos grupos entre la Primera División y Nacional, donde competía junto al Pardinyes. El Pardinyes, en cambio, se mantuvo en Nacional pero esta pasó a ser la tercera categoría y ahora, con este cambio, será la cuarta. De modo que, sin haber descendido ni una sola vez, habrá bajado en tres años dos niveles en relación con la máxima categoría.

Si, además, no sale de la última plaza que ocupa ahora mismo, descendería a Preferente y, por lo tanto, jugaría el año que viene en la quinta categoría del fútbol estatal.Las competiciones se reanudan la próxima semana. El AEM visitará al Levante Las Planas, que hasta el último partido del año era el líder, y el Pardinyes visitará al líder Europa.