Expediente de la RFEF al Lleida Esportiu

El aplazamiento del partido ante el Numancia decretado por el Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), forzado por el Lleida Esportiu al alegar un supuesto brote de Covid de hasta 9 positivos que la propia plantilla azul desmintió y redujo a tres jugadores y el técnico Gabri García, le puede salir muy caro al club leridano y a sus dirigentes. La sanción a la que se exponen puede ir desde la pérdida del encuentro hasta la inhabilitación de los hermanos Esteve.

La RFEF, que no se había pronunciado hasta ayer, ha estimado el recurso que presentó el Numancia, que alegó “versiones contradictorias” y ha iniciado un proceso “disciplinario extraordinario” contra el Lleida Esportiu. El Comité Nacional de Segunda Instancia de la Federación ha acordado, textualmente, que “se dilucide la posible comisión de infracciones de índole disciplinaria por parte del Club Lleida Esportiu, sus dirigentes y la médico del club como firmantes del escrito”.

Este comité ha trasladado el caso al Juez Disciplinario Único Alberto Peláez, que será el encargado de instruir el expediente extraordinario, estudiará las pruebas y tras dejar un plazo de diez días al Lleida Esportiu para que presente las alegaciones que considere oportunas, tomará una decisión.

Según ha podido saber este diario, el club podría haber incumplido, entre otros artículos del Código Disciplinario de la RFEF, el 68, que hace referencia a las “conductas contrarias al buen orden deportivo”, la sanción federativa va desde la pérdida del encuentro por 3-0 hasta la inhabilitación de los hermanos Albert y Jordi Esteve entre dos y cinco años, pasando incluso por el descenso de categoría, aunque esto último no parece probable. Además, también se contempla una multa económica que va de los 3.006 hasta los 30.051 euros.

La inhabilitación de los dirigentes se contempla en virtud del apartado 2 de dicho artículo 68: “Cuando quienes cometan dichos actos tengan la condición de directivos, serán sancionados como autores de una infracción muy grave”.

El club vuelve a dar plantón a la Paeria

El Lleida Esportiu dio ayer un nuevo plantón a la Paeria, y esta vez sin ni siquiera avisar, en la reunión que había solicitado en diciembre el propio club. La frustrada reunión llegaba justo dos días antes de que se reúna mañana la comisión informativa de deportes con la presencia de representantes de todos los grupos municipales para abordar el tema de la rescisión del convenio suscrito con el club en 2017 por el uso del Camp d’Esports.

El último encuentro fallido entre ayuntamiento y club se produjo el pasado 22 de diciembre. Entonces el Lleida excusó su presencia informando a la Paeria que uno de sus representantes que debía asistir a la reunión había dado positivo por Covid-19. Cabe recordar que ningún representante del Lleida Esportiu acudió tampoco a la reunión del 15 de diciembre, también solicitada por el propio club, que alegó que se encontraban fuera de la ciudad.

El Lleida había advertido que si en la reunión prevista ayer no estaba presente el alcalde Miquel Pueyo tampoco asistiría el presidente Jordi Esteve. Pero había anunciado que, en representación del club, asistirían el abogado valenciano especializado en derecho deportivo Javier Marco (llegó a ser presidente del Cartagena en la temporada 2014-15) y otro letrado especializado en derecho internacional y auditor. Al final, no acudió ninguno después de esperar más de media hora el concejal Ignasi Amor y los asesores técnicos municipales, Juanjo Falcó y Àngel Vidal.Mientras tanto, todos los grupos municipales acordarán mañana en la comisión informativa, de forma unánime, expulsar al club del estadio, aunque la incógnita es si se hará ya o se dejará que el equipo acabe la temporada.

El informe jurídico y el estudio de las alegaciones del Lleida están concluidos. La decisión se votará en el pleno del día 28.A todo esto, la directiva del Lleida publicó ayer en redes que había “denunciado un acto vandálico” en las porterías del estadio, una reacción similar a cuando denunciaron en su día daños en el escudo del palco y en coches de su propiedad.