Paran el Betis-Sevilla por agresión a un jugador

El derbi sevillano entre el Betis y el Sevilla disputado en el Villamarín fue suspendido antes del descanso después de que una barra de plástico lanzada por un aficionado impactase en la cabeza del centrocampista gerundense del Sevilla, Joan Jordán, que fue atendido durante varios minutos sobre el césped del estadio bético. El colegiado del encuentro, De Burgos Bengoetxea, estuvo dialogando con los delegados y entrenadores de ambos equipos durante más de diez minutos hasta que decidió detener el partido a los 40 minutos de la primera mitad, momento en el que envió a todos los futbolistas al vestuario a la espera de una decisión definitiva, que tras 45 minutos de reunión con entrenadores y capitanes, fue la suspensión del partido y su reanudación en una fecha a comunicar por la Federación Española de Fútbol (RFEF).El Betis, que tardó varios minutos en meterse en los vestuarios, acabó también en la bocana y finalmente salió al césped para saludar a sus aficionados y agradecer que no abandonasen el estadio durante esa incertidumbre. El partido se interrumpió con 1-1 en el marcador tras los goles del Papu Gómez y Nabil Fekir.La RFEF, que condenó los hechos en un comunicado, anunciará una nueva fecha y es posible que sea hoy cuando se retome el choque a partir del minuto 39, justo cuando fue detenido por la agresión de un aficionado.

El lanzamiento se produjo desde el fondo sur del estadio bético, que será sancionado tras lo acontecido. El Espanyol dijo adiós a su ilusión de estar en cuartas tras un partido flojo que el Mallorca resolvió con dos goles a balón parado, y pese a que un gol de Puado acortó distancias en el tramo final. Un error de Kebé en el segundo gol del Rayo y un penalti fallado por Stuani condenaron a un Girona que se adelantó con un gol de Bernardo y que Sergi Guardiola acabó remontando con un doblete.

El Athletic defiende ante el Madrid el primer título de la temporada

El Athletic quiere prolongar hoy (19:30, Vamos) en el King Fahd International Stadium de Riad el idilio que mantiene con la Supercopa de España, competición de la que es vigente campeón y en la que ha protagonizado algunas de sus mayores gestas de la última década, ante el equipo que ahora mismo lidera la Liga, el Real Madrid, que eliminó al Barcelona en las semifinales y que no podrá contar con Marco Asensio, prácticamente descartado tras no ejercitarse ayer. Las 30.000 entradas para la final se agotaron en menos de una hora.