Matagigantes

Hace once meses, el Logroño disputaba la final de la Copa de la Reina en Málaga contra el Barça de Lluís Cortés, que conseguía el primer título de su triplete. Un mes antes, las riojanas eran una de las cuatro semifinalistas de la Supercopa. Y ayer venían a Lleida con el cartel de equipo recién descendido, candidato a volver a subir, y como único equipo de Segunda División invicto fuera de casa.

Pero nada de esto supuso una barrera para la fe inquebrantable de un equipo acostumbrado a plantar su bandera en las cumbres más altas. Y que creyó que la remontada, tras ir perdiendo en el descanso, era posible. Lo cierto es que basta con creerlo para estar más cerca de lograrlo.

Esta fue la mentalidad que ya le llevó a remontar ante otro gigante como el Espanyol en octubre (2-3) y a estar a punto de lograrlo hace una semana ante el líder Levante, empatando un 2-0 adverso aunque acabaría perdiendo en el añadido.El de ayer fue un nuevo capítulo. Tras ir injustamente perdiendo por al descanso 0-1, Natalia y Pixu le dieron la vuelta al marcador en la recta final para desatar la locura en el Recasens, dar otra victoria inverosímil y afianzar al equipo en la quinta posición, la última que garantiza la permanencia directa a la futura Segunda estatal de un solo grupo, y para dejar a sus inmediatos perseguidores, Osasuna y Barça B, a cuatro puntos de distancia.El AEM fue mejor desde el silbido inicial. Fue el equipo que propuso y que, ya en los primeros diez minutos, capitalizó el peligro en las áreas, protagonizando la ocasión más clara Alexia quien, actuando en la doble punta al lado de Pixu, fue la más beneficiada del sistema de 3-4-1-2 habitual la temporada pasada y que Òscar Cobacho puso en práctica ante un Logroño que estuvo tremendamente incómodo sobre el césped del Recasens.Y cuando mejor estaba el AEM y peor su rival, este consiguió adelantarse sacando provecho del talón de Aquiles leridano: el balón parado.

Un córner servido desde la derecha por Solow lo remató a la red Anita tras varios rebotes desafortunados en el área pequeña.Tras el gol, las riojanas dieron un paso adelante y consiguieron imponerse al AEM que, si bien fue menos expeditivo, no cedió en la guerra de trincheras del centro del campo donde sobresalió Andrea. La leridana, en un derroche constante de técnica en tareas defensivas, fue clave para que el equipo pudiera igualar fuerzas con el Logroño en la medular.En este contexto llegó la polémica por el gol de Natalia de falta directa que no entró pero que la colegiada concedió antes de que Pixu mediara para anularlo, en un ejemplo de deportividad y nobleza inédito, sabiendo que con ese gesto su equipo iría al descanso perdiendo, igual que en los dos partidos anteriores, ante Oviedo y Levante. Y exactamente igual que en esos, el AEM hizo borrón y cuenta nueva en los vestuarios y salió en el segundo tiempo con la ambición de dar la vuelta al partido.A punto estuvo de conseguirlo en un triple lanzamiento de córner superados los veinte minutos de este segundo periodo.

Fue el preludio antes de que Natalia consiguiera, esta vez sí, el gol del empate. Andrea vio desmarcada a la reusense en la banda, esta se internó y de un potente disparo superó a Raquel Poza, que no pudo blocar el esférico.Y quince minutos después, a cinco del final, un córner acabó a pies de Abril, que volvió a tener minutos, y esta centró para que Pixu batiera de nuevo a la guardameta logroñesa. También Laura Martí, que suplió en la portería a Mireya, se apuntó a las heroicidades, sacando con una mano milagrosa un disparo de Ellóh en la última acción del partido.

Al final, el AEM tumbó a otro gigante. Porque el fútbol, y el destino, quiso dar a las azules un triunfo que, sin su acto de enorme honradez, hubieran tenido más cerca mucho antes. El deporte y sus valores, pese a todo, siempre acaban triunfando.

Y mientras siga siendo así, a este equipo le espera un brillante y azul horizonte. En el minuto 36, con resultado de 0-1 a favor del Logroño, sucedió algo nunca visto en un campo de fútbol: Natalia marcó un gol de falta directa que significaba el empate del AEM. O, al menos, esto es lo que le pareció a todos los presentes, que celebraron el tanto, e incluso a la megafonía del Recasens.

Y también a la árbitra del partido, que dio el gol a instancias de una de sus asistentes. Pero el balón, en realidad, no había entrado en la portería. El primer síntoma que lo hizo pensar fue que ni Natalia ni ninguna de sus compañeras celebraron el tanto.

Y, evidentemente, todo el Logroño protestó la decisión de forma airada, con miembros del cuerpo técnico entrando al terreno de juego para discutir la decisión con la colegiada, mientras algunas de las futbolistas riojanas mostraban a la asistente que había dado el tanto que la red de la portería no estaba rota y que, por lo tanto, era imposible que el balón hubiera acabado fuera si realmente había sido gol. Pero la decisión estaba tomada.Entonces, la capitana del AEM, Pixu, admitiendo que el balón no había entrado, le pidió a la colegiada que no lo hiciera subir al marcador, tal y como explicó el entrenador del Logroño, Héctor Blanco, tras finalizar el encuentro: “Quiero reconocer públicamente la deportividad de Pixu. Nunca había visto un caso de deportividad así.

Estoy asombrado. Todo mi reconocimiento hacia ella”. Tras la mediación de Pixu, la árbitra deshizo su decisión y el gol fue anulado, retomándose el partido con saque de portería y con gran deportividad hasta el final.

Pixu acabaría dando el triunfo igualmente con su gol. Tras el partido, el entrenador Òscar Cobacho fue claro: “Creo que hemos hecho uno de nuestros mejores partidos esta temporada”. “Al margen de ir por detrás en el marcador al descanso, que creía que era injusto, hemos podido remontar y me voy muy contento no solo por la victoria, que de por sí ya significa tres puntos que son oro, sino por la forma en la que se ha producido”, explicó el técnico, que subrayó que todo esto se produjo ante un rival de gran entidad: “No diré que es de estos partidos que no cuentas con ganarlos, pero es cierto que son de los más difíciles de la Liga”, reconoció.

En este sentido, explicó que, al descanso, les dijo a sus futbolistas que “éramos capaces de remontar, que lo habíamos demostrado y que estábamos haciendo un buen partido”, y dejó claro que hay que “valorar cada punto porque cada uno que consigamos será más margen a final de temporada”.Por otra parte, la centrocampista Barbi dijo que el equipo se llevó “muy buenas sensaciones del partido” y reconoció que “ha sido, si no el mejor, uno de los mejores partidos que hemos hecho en esta Liga”. Por último, Iris Aixalà dejó claro que “nunca dejamos de luchar y lo intentamos hasta el último momento, y por eso nos salen los resultados, pero sí, siempre acabamos ganando a equipos grandes en los últimos minutos”.