Cura de humildad

Los cerca de 2.500 espectadores que ayer acudieron al Espai Fruita-Barris Nord se fueron decepcionados, no solo por la derrota, la quinta de la temporada, segunda consecutiva, sino porque no vieron al verdadero ICG Força Lleida. Nada que ver con lo que pudieron ver y disfrutar en los últimos duelos caseros ante Girona y Estudiantes. Ayer el equipo de Gerard Encuentra no apareció y subestimó al rival.

Le faltó intensidad atrás y lucidez delante, donde la precipitación fue la nota predominante y con un paupérrimo porcentaje en el triple (17%). Con ello, el resultado no podía ser otro que una derrota (69-81) ante un Juaristi muy superior, que siempre mandó y que estrenó su casillero de victorias como foráneo, encadenando la cuarta, que le permite salir de la zona de descenso. El Força Lleida, que tampoco pudo contar con Juani Marcos, positivo por Covid, arrancó con fluidez (6-3), pero apenas le duró dos minutos.

Su juego se atascó y el Juaristi se vino arriba. Cinco puntos seguidos de Dijkstra, con dos tiros libres y un triple, completaron un parcial de 0-7 para poner el 6-10 (m.4). Por si no había suficiente con el mal juego, Carrera cometió la segunda falta al ver una técnica que le llevó al banquillo.

Encuentra no daba con la tecla, y eso que superado ligeramente el ecuador del primer cuarto ya había cambiado a todo su quinteto titular, salvo Badji, que no tardaría en ser relevado, justo cuando la desventaja ya era de nueve puntos (10-19). Solo Hughes puso algo de clarividencia y con cuatro puntos postreros evitó males mayores al final del periodo (14-19). El arranque del segundo asalto fue tan distinto como efímero.

Los leridanos recuperaron su efectividad desde los 6,75 y levantaron la desventaja con un parcial de 12-5, con triples de Lafuente, Rosa y dos de Hughes, para situarse de nuevo por delante (26-24, m.13). Pero tampoco esta vez hubo continuidad y el Juaristi volvió a meterse en el partido de la mano de Ansorregui, que sacó los colores a un Carrera totalmente fuera del partido. Diez puntos llevaron su firma en este periodo que relanzaron de nuevo a un Juaristi muy sólido, que recuperó los ocho puntos de renta a dos minutos para el descanso (29-37).

El tiempo muerto de Encuentra paró la sangría y sus hombres maquillaron el marcador en el tramo final gracias, en parte, a los tiros libres (37-40).El paso por los vestuarios no provocó ningún cambio en un ICG Força Lleida totalmente desconocido, falto de intensidad y con unos porcentajes en el triple que seguían por los suelos. Schreiner, su timón, hacía aguas, y el equipo deambuló, apostándolo todo a jugadas individuales como antaño sin resultado alguno. Los triples de Hevia y Royo (2) situaron la renta en diez puntos (47-57, m.29), que aún se incrementaría hasta los trece (62-75, m.38) en un último cuarto para olvidar de los leridanos, que nunca creyeron en la remontada.

En pleno descontrol, Carrera, que ayer hizo la guerra por su cuenta, se marchó descalificado tras cometer una falta antideportiva absurda (ya había recibido una técnica). Era la viva imagen de la impotencia de un equipo que subestimó a un rival situado en zona de descenso y lo acabó pagando muy caro. Gerard Encuentra compareció ante los medios de comunicación más tarde de lo habitual y visiblemente enfadado, no tanto por la derrota sino por la imagen que ayer dio su equipo, nada que ver con la que había mostrado hasta ahora.

“Primero de todo felicitar a Juaristi, porque ha sido mucho mejor que nosotros, sobre todo en los aspectos básicos, como son el deseo, la actitud y la energía. Creo que no hemos tenido el respeto que les teníamos que tener. Todo el partido hemos ido muy ajustados en el marcador e inconscientemente pensábamos que ya nos pondríamos, pero al final se nos han ido de mucho y no hemos sabido reaccionar.

Han sido merecedores de la victoria y a nosotros nos toca aprender”, señaló el técnico leridano, que incidió en la falta de actitud de sus jugadores. “Nos han ganado en deseo y ganas, esa ha sido la clave. Todos los rebotes y las pelotas divididas las estaban cogiendo ellos, nunca hemos tenido el ritmo del partido, siempre lo han marcado ellos, controlándolo todo.

Tenemos que ser humildes, que es lo que nos ha llevado a ganar partidos, y si nos creemos más de lo que somos, no ganaremos ningún partido”, advirtió. El segundo entrenador del Juaristi, Mikel Odriozola, reconoció que “venir aquí y hacer lo que hemos hecho es para felicitar a los jugadores. Hemos competido muy bien, controlando el rebote, lo que nos ha dado segundas opciones, hemos estado certeros en el lanzamiento de tres y cuando hemos cogido una ventaja importante no nos hemos vuelto locos”.