DEPORTES
El Força Lleida se lleva una victoria de infarto en el último segundo
El Força Lleida se sobrepone a las bajas de Marcos y Schreiner y remonta 18 puntos para ganar y acercarse a la Copa. Lafuente decidió en el último segundo
Verlo para crearlo. Ni el mismísimo rey del suspense, Alfred Hitchcock, podía haber perpetrado semejante guión de partido como el que se pudo ver ayer en el municipal de Palencia, donde el ICG Força Lleida culminó una remontada de las que hacen época. No solo por ser capaz de darle la vuelta a un partido que tenía prácticamente perdido a la vuelta de los vestuarios –estaba 18 puntos abajo en el minuto 22–, sino porque lo hizo sobreponiéndose a las ausencias importantes de sus dos bases de referencia, Juani Marcos, baja ya conocida al no estar inscrito cuando debía disputarse el partido en diciembre, y la de última hora de Thomas Schreiner, que no viajó al ser padre este pasado martes. Aun así, el equipo sacó el orgullo, la casta y la fe para sumar una victoria sufrida (62-63), culminada con una canasta de Albert Lafuente en el último suspiro que acerca al equipo a la Copa, con opciones incluso de ser el organizador, y descabalga de esa lucha a un Palencia que lo festejó antes de tiempo.
Pese a un inicio esperanzador, con canastas cómodas de González y Carrera (1-4), el Força Lleida no tardó en mostrar el juego plagado de imprecisiones de los últimos partidos. Sin sus timones de referencia y con Lafuente un tanto superado por la responsabilidad de ser el único base puro, el equipo no encontró su sitio. En el primer cuarto salvó el tipo gracias a que el Palencia tampoco anduvo nada fino, de ahí que el marcador al término de los primeros diez minutos fuera un pírrico 11-10. Gerard Encuentra lo probó todo, incluso puso al joven Àlex Rubín de Celis, pero el equipo entró en barrena en el segundo periodo.
Un triple de salida de Rubio y dos seguidos de Speight elevaron la renta hasta los seis puntos superado el ecuador del periodo (22-16). El roto hubiera sido aún mayor de no ser por Badji, que con tres canastas consecutivas paró el golpe. El Força Lleida no tenía amenaza exterior y solo era capaz de anotar en la pintura, primero con Badji y luego con Shaquille Cleare. De hecho, todos los puntos del segundo cuarto llevaron la firma de los pívots y en toda la primera parte solo cuatro fueron obra de los hombres de perímetro.
El equipo jugaba sin orden, muy precipitado en ataque (9 pérdidas al descanso), con bajos porcentajes (0 de 4 en triples) y concediendo demasiado atrás ante un rival que lo penalizó. Un triple sobre la bocina del final de la primera mitad de González hizo mucho daño (32-22). Pero es que la situación aún se agravó mucho más en el arranque del tercer acto. Un parcial de 8-0, con canasta tras rebote ofensivo de Blumbergs, un triple de Ali y otro del propio letón, prácticamente dinamitaba el partido (40-22).
Quedaban 18 minutos para remontar 18 puntos. Tocaba apelar a la épica, y eso debió ser lo que les dijo Encuentra a sus chicos en el tiempo muerto posterior. Un triple afortunado de Kavas nada más volver a la pista fue el inicio de la gran remontada. Un robo de Badji a media pista para firmar su tercer mate de la noche y una canasta de un descomunal Cuéllar pusieron el 0-7 de parcial (40-29) y Pedro Rivero tuvo que parar el partido. Blumbergs y Ortega pararon la sangría y resituaron la ventaja en 16 puntos (47-31). Parecía que todo había acabado, pero Rosa entró en trance ofensivo y con ocho puntos seguidos, incluidos dos triples, redujo la diferencia a ocho (47-39). El Força Lleida se lo creyó. Recuperó el acierto exterior que no había tenido en la primera parte y con otros dos triples de Kavas y Hughes y un 2+1 de un recuperado Cleare, el cuadro de Encuentra entró en el último asalto a solo dos puntos de su rival (51-49), tras completar un parcial de 4-18. Quedaba todo un mundo.
La presión empezó a afectar al Palencia, más si cabe cuando el Força Lleida se situó, después de muchos minutos, por delante otra vez (53-54). Fueron los minutos de los valientes. Ahí Carrera sí apareció, después de un partido para olvidar. Anotó seis puntos de oro que mantuvieron al equipo vivo hasta el final, en el que Lafuente se desquitó para anotar la canasta ganadora que hizo enmudecer el coliseo palentino.
Un parcial de 4-18 en el tercer cuarto reactivó al equipo, que nunca perdió la fe en la remontada
Gerard Encuentra arrancó su comparecencia ante los medios felicitando a sus jugadores. No era para menos. “Han hecho un trabajo increíble durante todo el partido”, dijo.Reconoció que no arrancaron bien. “Nuestro inicio ha sido dubitativo, sobre todo en ataque. Nos estaba costando mover el balón con fluidez y pasar de medio campo, porque nos estaban apretando mucho. En el primer cuarto hemos estado correctos en defensa, ha sido en el segundo cuando hemos bajado nuestra intensidad y lo han aprovechado para coger una renta de 10 puntos a la media parte”, apuntó el técnico, que explicó qué les dijo al descanso. “Hablamos de que en intensidad no nos podían ganar. Es verdad que nuestro arranque de tercer cuarto ha sido muy malo y ha hecho que la brecha se abriera más, pero después de un tiempo muerto hemos empezado a defender mejor y eso nos ha permitido coger ritmo en ataque y jugar más fluidos. Al final ha sido un partido a cara y cruz y nos ha salido cara”, añadió.
Destacó también la fe que demostró su equipo. “Lo bueno es que nunca hemos dejado de creer. Al principio hemos tenido dudas. Venimos con bajas, en un ambiente de lujo. ¿Miedo?, miedo a nada. Hemos creído en todo momento que podíamos sacarlo. Aquí la fe del equipo ha sido la clave”. En cuanto a las opciones de ir a la Copa Princesa, Encuentra apuntó: “Estamos ahí, pero no nos lo planteamos como un objetivo”.