Queralt Castellet: 'No hay nada que me haga más feliz que la medalla'

La ‘rider’ Queralt Castellet dijo ayer que ganar una medalla olímpica “nunca ha sido una obsesión sino algo bueno y una ilusión” y que su plata en el ‘Halfpipe’ del snowboard de Pekín 2022 le ayuda a tener una “mayor motivación” de cara al futuro, sin descartar participar en sus sextos Juegos Olímpicos en 2026 mientras “no deje de aprender”. “Una obsesión es una palabra completamente negativa, una medalla es algo bueno y no hay más que eso, es un objetivo, una ilusión, solo tiene atributos positivos que sólo te pueden ayudar a aprender y a hacerlo mejor”, señaló Castellet en la sede del COE.

La de Sabadell recordó que los Juegos “son completamente diferentes” a otra competición, “con otro tipo de presión, ambiente, entorno”, añadió. “Al final era un objetivo que tenía desde niña y aunque en este camino he cosechado muchísimos logros y medallas, una olímpica no la tenía y no hay nada que me haga más feliz que el haber logrado este objetivo porque hay gente que lo consigue y gente que no”, añadió.Destacó que lo ha puesto “todo” y que lo sigue haciendo para sacar “lo mejor” de sí misma para “representar ese esfuerzo y valores” que le ha enseñado su deporte. “Ahora estoy con ganas de disfrutar de ese logro y es la mejor manera para sacar la mayor motivación para seguir el rumbo que llevo”.

Por su parte, el esquiador Quim Salarich no pudo brillar ayer en la prueba de eslalon del esquí alpino de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, después de no terminar la primera manga al salirse del trazado. El de Vic, de 27 años, no pudo acercarse al objetivo que se había fijado de estar entre los 15 mejores de la modalidad más técnica del esquí alpino.