Inesperado revés del Lleida Esportiu en el campo del Ibiza

Un desconocido Lleida, a tenor de sus últimos partidos, encajó una dolorosa derrota (4-0) ante el Ibiza, un rival directo de cara a un hipotético play off de ascenso, que supone la mayor goleada encajada esta temporada y la primera derrota de la era Pereira (empates en casa ante Badalona y Andratx y victoria en el feudo del Europa) y que, además, supone poner fin a siete jornadas de imbatibilidad de los de Gabri, con cinco triunfos y dos empates que llevaron a los azules desde la zona de descenso a ser un serio aspirante a colarse en las plazas que lucharán a final de temporada por ascender a la Primera RFEF. Las claves de la derrota pueden explicarse por el mal inicio del Lleida –un hecho que se ha repetido en los cuatro desplazamientos ligueros a las Baleares–. Antes de que se diera cuenta ya había encajado el 1-0 en un acertado remate de Marquitos (6’) que pilló desprevenida a toda la defensa azul, incluido Ramon Vila.

Los de Gabri no estaban en el partido y eran desbordados una y otra vez por banda por José Antonio Soler, un auténtico estilete, y por el omnipresente Marquitos, que además del gol, estaba en todas las jugadas ofensivas del Ibiza. El mediapunta local dejó de hacer daño al Lleida después de tener que retirarse lesionado antes de la media hora, pero la cosa no cambió demasiado sobre el terreno de juego. Los leridanos seguían sin entrar en el partido, con mucho centrocampismo y pocas ocasiones de gol.

Los ibicencos, en cambio, pudieron haber ampliado la renta en un cabezazo de Delgado que salió alto (34’) y en un tiro de Juan Antonio Sánchez que salió demasiado cruzado, cuando parecía que entraba, ya en tiempo añadido. El Lleida lo intentó con un tiro desviado de Moha (37’), que apareció muy poco, y otro de Monterde (45’), la ocasión más clara hasta al momento y que obligó a De la Osa a lucirse con una excelente parada.En el segundo tiempo, el equipo de Gabri, que ya había movido el banquillo antes del descanso dando entrada a Fall en el lugar de Mejía, fue, por fin, capaz de superar a su rival. Presionó más arriba, robó más balones y llegó más y mejor al área rival.

Tuvo opciones en dos remates de David López (56’ y 70’), muy activo en todo el partido, y en otro de Fall (64’) que se fue alto.Pero todo acabó con el 2-0. Veloz contra del Ibiza que nadie acertó a detener –aunque debería haberlo hecho el linier por claro fuera de juego– y Juan Antonio Sánchez fusiló a Ramon Vila. Con el segundo gol, el Lleida dejó de creer en una posible remontada y se fue viniendo abajo aunque aún tuvo opciones en remates de Monterde (76’) y de De Mesa (78’) que detuvo De la Osa.A partir de aquí, con la defensa azul despoblada tras un doble cambio ofensivo, el Ibiza remató la faena.

Ante el entusiasmo local, Gianluca Simeone –hijo del Cholo– tuvo el 3-0 (83’) pero Vila desvió a córner. Simeone no falló después (87’) y Delgado (89’) redondeó una goleada catastrófica y que define muy bien lo sucedido en Can Misses. Al técnico del Lleida Esportiu no le dolieron prendas al asegurar que “esta una goleada es un palo, no la esperaba aunque era un partido complicado y ante un rival directo.

No hemos estado bien, y ya está. Los cambios no funcionaron como esperaba y, al final, tras el 2-0, nos hemos dejado ir”. Gabri fue incluso más allá cuando aseguró que “ahora mismo ya no podemos utilizar al club como paraguas ante una derrota como esta” y reconoció que “sí, es cierto, jugar en en las Baleares no nos va nada bien”, recordado que han perdido los cuatro partido jugados aquí (Andratx, Fomentera, Peña Deportiva y ahora Ibiza).

El técnico leridano, sin embargo, no arroja la toalla: “Tenemos que saber recuperarnos, quizá nos dejamos llevar por tantas jornadas de imbatibilidad, pero hay que seguir trabajando y pensar ya en el próximo partido ante el Tarazona (domingo a las 17.00 en el Camp d’Esports) en el que nos volveremos a jugar tres puntos importantes. Buscando algo positivo a la derrota, Gabri aseguró que “entramos tarde en el partido, pero después del 1-0 jugamos aceptablemente hasta el 2-0”. Los componentes de la plantilla declinaron comparecer ante los medios de comunicación.

Visiblemente afectados, se fueron rápidamente al autocar y pese a la insistencia de SEGRE y de uno de sus capitanes, Roger Figueras, prefirieron guardar silencio después del 4-0.

El árbitro se las tuvo con un técnico local

Una vez finalizado el partido, el árbitro Peña Varela sustuvo una discusión subida de tono con un técnico local que le recriminaba la expulsión del entrenador Raúl Garrido. Visiblemente alterado el colegiado, al grito de “lo he oído todo, no intentes engañarme”, intentó forzar la puerta de entrada a su vestuario. Garrido confesó que “me da miedo pensar lo que pondrá el árbitro en el acta, pero yo sé lo que dije”. En esta, el colegiado redactó que Garrido se dirigio a él diciéndole: “Yo no te he dicho sinvergüenza, he dicho que es una vergüenza”.

Ningún punto en cuatro visitas a las Baleares

Salvo la la victoria en la Copa Federación en Santa Eulària ante el Peña Deportiva (0-1), el Lleida Esportiu sigue gafado con sus viajes a las Baleares. Pese a ser uno de los mejores visitantes de la Liga, en este campeonato ha disputado cuatro partidos y los cuatro han acabado en derrota: Andratx (3-0), Formentera (2-1), Peña Deportiva (2-1) y ahora Ibiza (4-0). Cero puntos de doce posibles con once goles en contra y tan solo dos a favor. Y, además, esta vez ante un rival directo que aleja a los leridanos de las plazas de play off de ascenso.

Neeskens y Simeone, frente a frente

Entre los muchos alicientes y curiosidades que animaron el partido de ayer en Ibiza destaca el enfrentamiento entre los hijos de dos grandes de la historia del fútbol estatal. En el Lleida John Neeskens, hijo del mítico Johan Neeskens, jugador del Ajax, de la selección neerlandesa y del Barça, y en el Ibiza Gianluca Simeone, hijo de Diego Pablo Simeone, actual entrenador del Atlético y exjugador colchonero y de la selección argentina. Gianluca, además, aparece en el documental que Amazon rodó sobre su padre.