DEPORTE ADAPTADO VELA
Albert Cogul completa su sueño de cruzar el Atlántico con un barco adaptado
El leridano Albert Cogul, parapléjico a causa de un accidente en 2016, cumple su sueño de cruzar el Atlántico || En octubre hará submarinismo en Egipto
La vida cambió para el leridano Albert Cogul a raíz de un accidente que sufrió en 2016 y que le dejó parapléjico. Tras un año de recuperación en el Institut Guttman, el chef y fundador del restaurante El Celler del Roser enfocó su vida a la práctica del deporte y a viajar en una furgoneta adaptada que se ha convertido en su hogar. Practica esquí –el mes que viene participará en la Copa de España– y también el esquí acuático, donde ya ha conseguido medallas en el Estatal de Sitwake. Hace unas semanas vio cumplido uno de sus proyectos, cruzar el Atlántico a vela en un barco adaptado. “La idea la empecé a trabajar en 2018. Al año siguiente no pude y en el 2020 llegó la pandemia”, explica Albert. “Conocí a Olivia Wattinne, una francesa tetrapléjica que lleva una asociación que tiene un barco adaptado para que personas con discapacidad podamos navegar y ví que era la ocasión para llevar a cabo este proyecto”.
Cogul se subió al barco en Tenerife el 24 de noviembre. “Éramos nueve, varios en silla de ruedas y alguno recuperándose de un ictus, junto a un par de miembros de la tripulación”, añade. “Fuimos a Cabo Verde y desde allí a la Isla de Guadalupe. En total, 23 días de navegación. Me quedé tres semanas en Guadalupe, en casa de otro de los pasajeros del barco, que también va en silla de ruedas y volví a mediados de enero. Allí tienes tiempo para pensar, para escribir. Ha sido una gran experiencia pero muy dura tanto a nivel físico como emocional”, añade. “No es fácil estar nueve personas en un espacio pequeño, aislados, durante 23 días. Ha sido una gran experiencia, pero con una vez ya he tenido suficiente. Lo quería hacer y ya lo he hecho. Ya he logrado mi reto de cruzar el Atlántico a vela”, valora.
Cogul colaboró en las tareas del barco. “Cada uno lo hacía según su movilidad. Yo hacía dos turnos diarios de guardia en el timón, junto a otra persona, tres horas cada turno; ayudaba a recoger y tensar las cuerdas de la vela y como soy cocinero, hacía las comidas”. Además de competir en esquí, ya tiene otro proyecto en mente: “En octubre iré a Egipto, a hacer submarinismo adaptado en el Mar Rojo”.
Un barco especial para la inclusión
El Estrella es un barco adaptado que ofrece la posibilidad de navegar a personas con discapacidad o la movilidad reducida. El pasajero tiene la posibilidad de participar en el funcionamiento de la embarcación.