El AEM planta cara al Deportivo y se lleva un empate con sabor a victoria

Si el precioso obús de Júlia Miró en el tiempo añadido que dio en el larguero hubiese acabado entrando, el Recasens se hubiera venido abajo. Entre otras cosas, porque el empate del AEM ante el Deportivo de la Coruña (0-0) es un resultado que la gran mayoría de equipos de la Liga firmarían. Un recién descendido, el mejor equipo de la categoría sin lugar a dudas, un firme candidato a subir en plena lucha por el liderato y, además, con un once en el que todas las jugadoras, sin excepción, contaban con experiencia en Primera –en el AEM no había ninguna–. Por si esto fuera poco, las leridanas llegaban al choque después de jugar un único partido en 35 días entre aplazamientos por la Covid-19 y el parón de selecciones.

Y no fueron superiores a las gallegas, dominadoras habituales en sus partidos, pero tampoco inferiores. Plantaron cara como siempre. Hicieron un partido extremadamente serio atrás, se resistieron a entregar las armas en el centro del campo y tuvieron las suyas en ataque, especialmente en el tramo final. Aparte del derechazo lejano de Miró, también una jugada individual preciosa de Natalia y un mano a mano de Alexia, que en ambos casos Ana Valles envió a córner, evitando así, como ya hizo en la primera vuelta, que el AEM lograra marcar. Es apenas el segundo partido sin marcar de las azules de los 19 partidos disputados entre Liga y Copa, y el anterior fue también contra el Deportivo, en el partido de la primera vuelta.

Si las sensaciones fueron buenas, los números lo son más todavía. Segunda portería a cero consecutiva, cuarto partido seguido sin perder precedido de tres victorias, y consolidación de la quinta plaza un punto por delante de Osasuna y con un partido menos. Y codeándose con gigantes como el propio Dépor, el Logroño, o el Espanyol, rival en un duelo directo en la Dani Jarque el próximo domingo. Ninguno de estos tres ha ganado en Lleida.

Las reducidas dimensiones del Recasens no fueron suficiente para favorecer que hubiera llegadas a las áreas hasta el minuto 22, cuando Ainhoa Marín cruzó un disparo que salió rozando el palo de la portería de Mireya, inédita hasta entonces. Era evidente que el combate se libraba en el centro del campo y ahí la pareja Barbi y Lisa, apuntalada por Andrea, con la posición más atrasada que de costumbre, trabajaron a destajo. Especialmente tras la lesión de la coruñesa Paula Gutiérrez en el segundo tiempo, fueron capaces de cortocircuitar la circulación del rival, algo que, sumado a la presión alta ejercida por Pixu y Taberner, obligó a las coruñesas a renunciar a su identitaria salida en corto desde atrás. El descanso llegó con otro remate de Carlota, sin consecuencias para una Mireya salvadora en el segundo tiempo, y con dos tantos anulados por fuera de juego como bagaje ofensivo rival ante un AEM que no se sintió asfixiado y ni mucho menos incómodo sin llevar la iniciativa.

Tras la reanudación, en cambio, la salida leridana fue fulgurante, y en tan solo tres minutos Andrea y Taberner pusieron a prueba a Ana Valles. Pero las mejores llegadas fueron las del final. Natalia, omnipresente todo el partido, abrió fuego en el minuto 74 con un remate espectacular y casi sin ángulo tras dejar atrás a Patri López entrando por la izquierda.

La siguió Alexia en el 86 con un mano a mano que sacó milagrosamente Valles y, ya en el añadido, Miró buscando desde muy lejos, con efecto y con toda la intención, la escuadra del segundo palo deportivista. El larguero evitó el gol de la temporada. Y aunque al final tocó sufrir, como siempre, valió la pena para celebrar un empate con sabor a victoria.

Tras el partido, el técnico del AEM, Òscar Cobacho, dijo que hay que valorar más que nunca el punto conseguido por su equipo: “Lo digo mucho, pero es que hay que valorar cada punto. Siempre es muy difícil, tanto en casa como fuera, y a este equipo (el Deportivo) solo hace falta verle jugar. Ha sido un partido muy difícil y sumar cualquier punto era muy positivo”, señaló el técnico.

Pese a ser consciente del equipo que tenían delante, agregó que “nos gusta soñar y nos hubiera gustado conseguir la victoria”. “Ha habido tramos del partido donde hemos podido contrarrestarlas, estar más equilibradas e intensas en duelos y segundas acciones, y hemos tenido las nuestras”, dijo del partido, aunque dejó claro que “no hemos hecho mucho más que el rival”. Lo que sí que destacó es la capacidad del AEM de responder físicamente a un partido de este calibre tras haber jugado solamente uno en el último mes: “Era de las cosas que más temía y por eso queríamos ir paso a paso y creciendo dentro del partido”, dijo Cobacho.

Por su parte, la portera azul Mireya destacó que “el empate sabe a victoria por cómo hemos trabajado” ante “el mejor equipo que he visto esta temporada”. En este sentido, aseguró que “este empate nos motiva a seguir y afrontar un partido contra otro equipo que viene de arriba como el Espanyol, y a demostrar que somos un equipo duro de roer”. Por último, Tania Riso dijo que fue “un punto muy difícil pero muy importante para nuestro objetivo”.