Curso para detectar violencia sexual en el deporte

El Inefc acogió ayer la segunda y última sesión en Lleida del curso formativo “Detección y prevención de la violencia sexual en entornos deportivos”, que tendrá lugar en varias sesiones repartidas por todo el territorio catalán, dos de ellas en La Seu d’Urgell los días 26 y 28 de abril. El curso está organizado por el Consell Català de l’Esport y se inscribe dentro de la campaña #esportsegur, impulsada per la Secretaria General de l’Esport i de l’Activitat Física para informar, sensibilizar y concienciar a las entidades y profesionales del deporte contra las situaciones de abusos, acoso, discriminación, desigualdades y estereotipos que se puedan dar en este ámbito. La formación, con una sesión virtual y una presencial y una veintena de asistentes en cada una, corrió a cargo de Anna Rovira, graduada en Derecho y Criminología, colaboradora del Grupo de Investigación GISEAFE del Inefc y experta en la prevención, detección y actuación frente a las violencias sexuales.

Según Rovira, “el objetivo es formar a profesionales que trabajan el ámbito del deporte en centros educativos y entidades deportivas en tareas educativas y de gestión, y poner a su alcance herramientas que les permitan conocer y reconocer la existencia de estas situaciones, identificarlas, hablar de ellas y actuar para la prevención. Es importante reconocer que la violencia sexual en el deporte es una realidad, pero todavía se vive como un tabú y es difícil de afrontar”, señaló Rovira.Esta experta se refirió, en este sentido, al estudio que se dio a conocer a finales del pasado año en el marco del proyecto europeo ‘Child Abuse in Sport-European Statistics (CASES)’, que concluía que la violencia interpersonal (entre la que se incluye la sexual) contra niños y adolescentes en el ámbito del deporte “es una realidad”, y que la prevalencia es más alta para los niños que para las niñas. “Hay que prevenir, detectar y saber cómo actuar. Una de las formas de prevenir es reducir oportunidades y espacios de riesgo haciendo que al vestuario entren dos adultos y no uno solo o que se haga un uso de las redes más profesional”, concluyó Rovira.