El Llista desconecta y se deja remontar contra el Calafell

Un gol puede producir un cambio psicológico asombroso y voltear por completo un partido, y eso es lo que explica que al Finques Prats Lleida se le escapara de las manos un triunfo (2-3) que tenía encarrilado en el descanso (2-0). Y si ese gol, el que recorta distancias, se marca, además, estando en inferioridad numérica, la autoconfianza de un equipo crece de tal modo que parece que remontar un resultado adverso de más de un gol de diferencia sea solo cuestión de tiempo. El Calafell se erigió en la bestia negra de los leridanos.

Si en la primera vuelta se impuso aunque ayudados por un arbitraje escandaloso, ayer lo repitió ante un Llista que dominó el primer tiempo pero que desconectó una vez su rival consiguió –le costó lo suyo– superar a Martí Serra por primera vez.La igualada la rompió, en el minuto 10, un arranque de Jepi, que dejó la bola en el stick de Oriol Vives para que este enviara un potente lanzamiento desviado ante Xano Edo y en última instancia por Bruno di Benedetto (1-0). Tres minutos después, el internacional francés ampliaría la ventaja para los de Albert Folguera rematando otra bola aérea servida, esta vez, por el capitán Andreu Tomàs, reaparecido tras los dos partidos de sanción (2-0). Pese a la presión del Calafell en los últimos compases, al descanso el panorama para el Llista era inmejorable, ante la posibilidad de consolidar la quinta plaza e incluso ganar el average al contrario.Y esa sensación de control escénico podría haber crecido si Edo no hubiera detenido con gran maestría un potente lanzamiento de Oriol Vives a los dos minutos de la reanudación.

Pero se esfumó acto seguido, cuando del posible 3-0 se pasó al 2-1 al batir Xaus a Serra al contragolpe estando su equipo, para más inri, en inferioridad por una doble tarjeta azul cuya falta directa había desaprovechado Andreu Tomàs. El gol dio un vuelco de 180 grados al encuentro y el Calafell se creció ante un Llista que no le perdió la cara al choque hasta que, ocho minutos después, Martí Casas lograba el empate de nuevo en una contra (2-2). El Llista, visiblemente tocado, no pudo reaccionar y aunque rozó el gol ante un Edo majestuoso, fue el Calafell quien lo encontró de nuevo en el minuto 40.

Ya con el marcador a favor, los tarraconenses desperdiciaron una falta directa a su favor pero supieron conservar la renta pese a que los leridanos buscaron el empate a la desesperada y sin portero. El entrenador del Finques Prats Lleida, Albert Folguera, atribuyó la derrota de su equipo a una cuestión “anímica y de intensidad”. “Ha sido un partido intenso en el que el Calafell ha salido muy fuerte, y con el partido controlado y con cuatro minutos de superioridad, tenemos un error y ellos se vienen arriba anímicamente y nosotros nos quedamos garratibats”.

Folguera aseguró que hace semanas que su equipo “no está bien”. “Hace semanas que se habla de fichajes, y aunque estoy contento porque entrenamos bien, en los partidos estamos excesivamente nerviosos”, apuntó, añadiendo que “estamos en aquella fase de la temporada en el que se trata más bien de una cuestión mental que de otra cosa, y a la que todos tengamos claro donde estaremos la próxima temporada, creo que estaremos más tranquilos, porque no creo que seamos un equipo al que le afecte la presión”. En este sentido, Folguera recordó que “nos quedan muchas cosas bonitas por disfrutar esta temporada y para ofrecer un buen rendimiento”.

Sobre el hecho de jugar de nuevo el sábado, Folguera dijo que “cuando era jugador me encantaba porque después de perder quieres jugar otro partido rápido para recomponerte”, y aseguró que será un partido duro: “Si el Calafell ha sido intenso, imagina al Voltregà en una pista tan caliente como la de Sant Hipòlit”, señaló el técnico, que afirmó que “tendremos que saberlo jugar”.