BALONMANO VALORES
Balonmano incluyente
Casi setenta niñas de las escuelas Balàfia y Pinyana practican deporte por iniciativa de la Associació Lleidatana d'Handbol || Son centros catalogados de “máxima complejidad” socioeconómica
Tres días a la semana un grupo de niñas de quinto y sexto de Primaria de las escuelas Balàfia y Pinyana juegan a balonmano en el pabellón Agnès Gregori. Estudian en centros educativos catalogados por la Generalitat de “máxima complejidad” socioeconómica y, en su mayoría, no practicaban ningún deporte ni actividad física alguna. Proceden, sobre todo, de familias originarias del Magreb y de países subsaharianos que están en situación de vulnerabilidad social y económica y forman parte del Proyecto Meraki, impulsado desde la Associació Lleidatana d’Handbol.
“El proyecto Meraki se basa en favorecer que chicas sin recursos puedan iniciarse en el mundo del deporte y que el dinero no sea un impedimento para ello”, explica el gerente del club Guillem Puertas. Fue la jugadora del equipo sénior Jennifer Nana quien bautizó y redactó esta iniciativa social integradora a través del deporte. La palabra Meraki proviene del griego y a su vez, del turco Merak, que significa algo así como “hacer algo con amor y con placer”.
Y mucho hay de estos dos ingredientes, tal como explica el coordinador de extraescolares de la Associació Lleidatana d’Handbol, Toni Guzmán. “La idea era que estas niñas pudieran acceder a la actividad deportiva porque, por circunstancias, sobre todo económicas, no podían hacerlo. Los niños, en su situación, tenían más salidas, pero ellas no”, explica Guzmán, que el pasado martes, conmemorando el Día Internacional de la Mujer, consiguió reunir en la Escola Balàfia a estas jugadoras y sus madres para que estas también practicasen el deporte de sus hijas.
El jefe de estudios de la Escola Balàfia, David Curcó, afirma rotundo que “en los seis años que llevo en esta escuela es, sin duda, lo mejor que hemos hecho a nivel educativo”.El proyecto Meraki cuenta actualmente con 22 niñas procedentes de la Escola Balàfia y 12 de la Escola Pinyana, además de 33 que ya están integradas en los equipos federados infantil y cadete de la Associació Lleidatana. “La esencia de este proyecto no es que estas niñas vayan de vez en cuando a jugar a balonmano, sino que se sientan deportistas y se formen como personas”, explica Miroslav Vujasinovic, entrenador del primer equipo de la Associació.Una de las jugadoras del primer equipo de la Associació, Catalina Ruscanu, es la entrenadora del equipo infantil de estas niñas y el propio Vujasinovic se encarga del conjunto cadete.El embrión del proyecto surgió el curso 2018-19, en horario escolar, cuando la Associació Lleidatana, en colaboración con la Escola Balàfia, creó un equipo infantil con alumnas que no hacían deporte. Los entrenadores eran Marina Graell y Javier Zaldo.
Con el tiempo, el proyecto ha tenido presencia en centros educativos de alta complejidad como la propia Escola Balàfia y el Instituto Escuela Torre Queralt. Uno a través del plan de mejora educativa del departamento de Educación (PMOE) y el otro dentro del proyecto con oportunidad de éxito educativo a favor del alumnado (POEFA).La concejala Mariama Sall, que asistió ayer al entrenamiento, valoró “un proyecto que no solo remarca la importancia del deporte como actividad saludable, sino que contribuye a favorecer las relaciones sociales”.