FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN
“Que la guerra acabe ya”
Tetyana Kytayeva, centrocampista de la selección ucraniana, cruzó hace cinco días la frontera de su país como refugiada y ha fichado por el AEM || Deja atrás a familia y a amigos en el frente
El jueves de la semana pasada, Tetyana Kytayeva (Selydove, 1995) cruzaba la frontera entre Ucrania y Polonia y, 48 horas después, llegaba a Lleida y firmaba su contrato como nueva jugadora del AEM. Esta centrocampista de la selección ucraniana dejaba atrás su país y la guerra que sufre a causa de la invasión rusa. “Cada día me despierto con la esperanza de que esta terrorífica guerra se acabe ya, porque también están muriendo soldados rusos y al final no habrá quien luche”. Y pese a haberla vivido desde cerca hasta hace cinco días, todavía no se cree que la guerra haya entrado en su casa: “Estamos en el siglo XXI y espero que todo el mundo se dé cuenta de lo que está pasando. Sea en el país que sea, esto no debería estar ocurriendo”, asegura. Kytayeva relata que, cuando empezó la invasión, el 24 de febrero, estaba volviendo a Kharkiv tras haber ganado con la selección, encabezada por el balagariense Lluís Cortés, la Turkish Cup en Turquía: “Cuando empezaron los bombardeos estaba yendo en tren hacia Kharkiv y me llamaron unas amigas que se despertaron con las alarmas”, dice.
Ya no volvió a su ciudad, una de las más castigadas por los rusos. Se pasó tres días intentando llegar a casa de la familia de una amiga, en un pueblo. Allí ha estado viviendo hasta ahora. “Los primeros días me sentía muy rara, y aunque yo en este pueblo estaba fuera de peligro, estaba preocupada porque tenía familia y amigas que estaban en sitios peligrosos”, cuenta.
La oportunidad de irse se produjo gracias al fútbol: “Por el chat de la Federación, los entrenadores de aquí nos dijeron que estaban dispuestos a ayudarnos en lo que hiciera falta”, explica Kytayeva, que lo tuvo claro: “Yo pedí ayuda y entonces empezaron a organizar el fichaje con el AEM”. De este modo empezó su odisea como refugiada: “Para recorrer 120 kilómetros y llegar hasta Poltava estuvimos nueve horas en coche, todo el mundo se iba y había filas de cinco vehículos en la carretera, todos amontonados”, cuenta. A partir de ahí fueron más rápido, aunque durante todo el trayecto hasta la frontera siguieron encontrando mucha gente.
Ya en Polonia, voló en un avión hacia Barcelona, donde la esperaba su seleccionador. “Lluís Cortés me dijo que venir al AEM era una opción muy buena porque estaría cerca de su ciudad, Balaguer, y me podría ayudar en lo que hiciera falta”. Kytayeva hará mañana su primer entrenamiento con el AEM. “Cuando empezó la invasión estuve diez días sin hacer ejercicio, después empecé a hacer algo dentro de la casa de esta amiga, y al cabo de unos días pude salir a correr”, comenta, añadiendo que estos días, en Balaguer, “estoy con una familia de deportistas [la de Cortés] y he podido entrenar algo”. Kytayeva está tranquila porque su familia, a la que no ha vuelto a ver, está fuera de peligro. Y aunque en cierto modo ella podrá volver a sonreír en Lleida gracias al fútbol, su corazón sigue en un puño: “Tengo a dos muy buenos amigos que están en el frente luchando por Ucrania, Zhenya y Petya”.
Pixu: “Cambiaría el ser pichichi por quedar arriba”
La capitana del AEM, Vanesa Núñez ‘Pixu’ marcó el gol que dio al equipo los tres puntos el domingo en el campo del Oviedo y le devolvió a la quinta posición (0-1). Un gol, su 151 en categoría estatal, que vale su peso en oro, pero que, además, le supuso situarse en solitario al frente de la tabla de goleadoras de la Liga, con 11 dianas.
“Suena a tópico, pero es mérito de todo el equipo, empezando por Mireya en la portería”, asegura Pixu, que deja claro que le ilusionaría ser pichichi al final de la Liga, pero que “lo cambiaría porque el equipo quedara lo más arriba posible”.